Enfundé en látex mis pensamientos
aislándolos de todo bien, de todo mal.
Poco a poco fui creciendo
para hacerme más dura, más seria, más cabal.
Así avanzaron mis pasos
hasta encontrar en mi camino
algo llamado felicidad.
Es esa felicidad la calma,
el dulce sosiego de una palabra amable,
de un hombro donde posar mi mano
cuando me canse y necesite resuello.
Te digo, no es fácil,
pero si no lo intentas,
nunca sabrás si lo conseguirás.
Sé ahora el valor de un abrazo,
de un te quiero.
Ahora que sé lo que se siente al perderlo.
Sin embargo, ahora lo aprecio más.
Ahora aprecio el afecto verdadero,
los gestos.
Ahora sé que en algún lugar
siempre habrá alguien
para que me dé consuelo.
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La llamaron Villadiego.
HorreurNovela de terror psicológico inspirada en Peñaflor, un pueblo sevillano, donde se suceden acontecimientos que escapan a la lógica pero donde se hace una reflexión sobre las apariencias y sobre el sentimiento de comunidad donde no hay un solo protago...
