¿Donde Quedo Nuestra Promesa?

Capitulo 19

Capítulo 19

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-Gracias por traerme, James, pero no tenías porque hacerlo-Le dijo Danielle.

-No ha sido nada, y lo sabes.

Ella sonrió cortésmente.

-Bueno… Pues gracias de nuevo y buenas noches.

-Espera-La paró James, cogiéndola de la muñeca antes de que desapareciera tras la puerta de su casa.

-¿Qué?-Preguntó ella.

-Tengo…-Se rascó la cabeza-Tengo que decirte algo.

-¿Qué pasa?

-No sé… No sé exactamente por qué me pasa esto pero…

-¿James? ¿Qué estás diciendo?-Preguntó ella-No me asustes…

-No. Es solo que… Desde que te vi… Creo-Creo que siento algo… Por ti.

Danielle profundizó más la manera en que miraba al chico. Su corazón dio un vuelco y su sangre se congeló. James continuaba allí, con un nudo en la garganta, esperando a que la chica dijera algo, necesitaba que sus labios se movilizaran y que algo saliera de sus labios. La angustia se lo estaba comiendo poco a poco.

-Necesito… Que digas algo-Le pidió el castaño.

-Es…que.. Yo… James…-Danielle se llevó una mano a la cabeza y suspiró-Lo siento-Entró en casa y cerró la puerta, apoyándose contra ella y dejándose caer al suelo.

James sintió como la angustia terminaba de comerse todo su interior. Trató de decir algo más, pero ya era demasiado tarde. Se pasó las manos por su pelo, echándolo hacía atrás, nervioso y con los ojos húmedos. Se dio la vuelta y se marchó.

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-¿Puedes?-Rosario se acercó a Zack viendo como cargaba dos platos hasta la mesa

-Sí, tranquila-Dejó la comida y apartó una silla-Ya puedes sentarte.

Ella le dedicó una sonrisa y obedeció, sentándose frente a él.

Zack se encargó de rellenar los vasos de agua y luego, ambos cogieron los cubiertos y empezaron a comer.

-¿Te apetece ver una película, después?-Preguntó Zack, rompiendo el silencio.

-No. Zack, ya te he dicho que en cuanto terminemos de comer me iré a mi casa.

-Es solo una película, Ro. Vamos, quédate.

-No vas a convencerme.

-Por favor…- Zack copió la voz de un bebé-Solo hoy, prometo que nunca vas volveré a invitarte a ver una película.

Rosario rió, negando con la cabeza.

-Vale…

-¿Qué?-Preguntó Zack, haciéndose el sordo.

-Que está bien, me quedo, pero solo a ver la película.

-¿Me estás diciendo que te he convencido? Dios… Ha sido más fácil de lo que creía-Murmuró-Bueno, ¿Qué película te apetece ver?

-No sé, Me es indiferente ver una de miedo que una romántica.

-Bien, entonces no te importa que elija yo, ¿No?

Ella negó con la cabeza, y ambos rieron.

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-¿Seguro que no quieres venir a mi casa?-Le preguntó Kendall a Miranda.

-¿Para qué voy a ir a tu casa? Son casi las doce de la noche.

-Pues… No sé. De noche se pueden hacer muchas cosas en una casa. Además, estoy solo y…

-¿Estás tratando de seducirme?

Kendall levantó los hombros.

-Quizás.

Miranda rió.

-Pues no lo vas a conseguir-Respondió con orgullo-Buenas noches-Se acercó a él. Le dio un rápido beso en los labios y entró en su casa.

Kendall sonrió, satisfecho, y dio media vuelta.

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Al día siguiente: 

Me pasé toda la mañana encerrada en casa. Estuve todo el día limpiando, quitando el polvo y ordenando las cosas. No tenía otra cosa mejor que hacer, y si me paraba a pensar en Logan, empezaba a delirar y a suspirar. Aún, el sabor de sus labios seguía sobre los míos y deseaba que no se fuera jamás…

-¡Traigo comida tailandesa!-Gritó Tom, entrando a casa a las nueve de la noche.

-Genial-Sonreí y preparé la mesa, coloqué los cubiertos, los vasos y lo demás mientras él se encargaba de repartir la comida en platos y de colocarla sobre la mesa.

Minutos después, ya estábamos disfrutando del manjar. Y en cuanto terminamos el postre, Thomas se tiró en el sofá y cogió una revista para ojearla mientras yo despejaba la mesa y la dejaba tal y como estaba antes de colocar los platos y los cubiertos.

-Mira-Habló Tom desde su sitio. Levanté la cabeza mientras metía los platos en el lavavajillas-Los… ¿Cómo se llamaban? ¿Big Time Rush? Sí, aquí lo pone. Dieron un concierto anoche y… Hay fotos íntimas de después del show en la página veintiuno.

‘Fotos íntimas’. Me paralicé. Todas y cada una de las fibras de todo mi ser se petrificaron. Si algún maldito paparazzi había fotografiado el momento en el que Logan y yo nos besamos, estaba muerta… literalmente.

Corrí hasta él para quitarle la revista de las manos, pero su mirada ya se había posado sobre dicha imagen, una imagen en la que Logan tenía sus manos en mis mejillas y sus labios sobre los míos, derrochando un beso demasiado pasional.

Comencé a temblar. Thomas giró lentamente la cabeza hacía mí, furioso. No debería haber visto aquella foto…

-¿Qué-es-esto?-Me preguntó, levantándose con los ojos llenos de ira, y mostrándome la revista. Yo retrocedí con el corazón encogido.

-…Yo… Es… Solo…

-¡¿No te dije que no quería volver a verte con ese HIJO DE PUTA?!-Se acercó a mí hecho una furia. Yo estaba muerta de miedo y no tenía palabras. ¿Cómo iba a hacer que me creyera si había fotos? Una foto en la que dejaba bien claro que Logan y yo nos habíamos besado aquella noche. La imagen no estaba retocada. No había photoshop ni nada por el estilo. Era totalmente real, cierta… Y no había nada más que hacer. La ira de Tom iba en aumento-¡Responde, _____!

Tenía tanto miedo, que sin siquiera tocarme, ya comencé a llorar.

-Thomas…-Sollocé. Solo tuve valor para decir su nombre. No había nada más que pudiera salir de mi boca y… Y lo siguiente que sentí fue un fuerte ardor en mi mejilla izquierda.

Acababa de pegarme…