Yamaguchi suspiró, las noches en Tokio eran demasiado cálidas, aún durante los meses de Septiembre y no ayudaba que esa feria estuviera atiborrada de gente disfrutando de los días festivos. Con motivo de celebrar el Tsukimi, la ocasión para mirar a la luna en todo su esplendor mientras bendice las cosechas otoñales como el jengibre, Tokio tenía diversas actividades, como aquella de Shoga Matsui en el Santuario Shiba Daijingu que ya estaba a punto de terminar.
Para él, Septiembre siempre había sido un mes especial, y no sólo por la celebración del Tsukimi o por el cambio de estaciones, sino que también porque su mejor amigo amigo, y el amor de su vida, estaba de cumpleaños. Desde que su amistad había comenzado siempre habían estado juntos para estas fechas, pero desde que el rubio se había mudado a Tokio, esta era la primera vez.
Volvió a suspirar y miró a la pareja que iba discutiendo delante de él, por su actitud cualquiera pensaría que era un simple par de amigos que pasaban el rato molestándose el uno al otro, pero él conocía la clase de relación que se escondía detrás de aquellas bromas y palabras sarcásticas.
Su mejor amigo, y cómo dijimos el amor de su vida, Tsukishima Kei estaba saliendo con aquel chico de ciudad, Kuroo Tetsuro, incluso estaban viviendo juntos en Tokio desde que el menor se había graduado de la preparatoria en Miyagi. Se habían conocido durante el último año del pelinegro como capitán del equipo de voleyball Nekoma, lo que vendría a ser el primer año del rubio en su equipo Karasuno.
Durante los campamentos de entrenamiento que se llevaban a cabo para que varios equipos intercambiaran experiencias deportivas, ellos habían intercambiado algo más que consejos. A pesar de que ambos jugaban en la misma posición, como bloqueadores centrales, hubo una química que apareció casi al instante en que los oscuros ojos se fijaron en la mirada dorada.
El constante entrenamiento en el gimnasio número 3 hizo que se acercaran más, hasta el punto de intercambiar números telefónicos. Yamaguchi en esa época no se dio cuenta, pero debió haber notado los cambios sutiles en su amigo, el que hiciera diferentes tipos de expresiones cada vez que recibía un mensaje, el hecho mismo de que los contestara casi de inmediato, luego las excusas para viajar a Tokio ciertos días, las sonrisas espontáneas que tenía... una serie de señales que no vio y que eran obvias.
La verdad es que él nunca pensó en que lo perdería. No porque no fuera guapo o porque no le gustara a las demás personas, al contrario, a Tsukishima siempre se le habían confesado chicas de su clase, de cursos inferiores o superiores y él siempre las rechazaba. Era parte de su personalidad el ser cerrado, pero al parecer alguien había podido provocarle cosas.
En ese aspecto estaba feliz por su amigo, si Tsukki era feliz, él también lo sería aunque no estuviera a su lado, además Kuroo no era una mala persona, algo estúpida tal vez según las palabras de su propio novio, y con una personalidad excéntrica, completamente diferente a la de Kei. Quizás por eso se complementaban tan bien.
Suspiró por enésima vez esa noche y siguió caminando mientras miraba alrededor de la feria, había toda clase de juegos típicos y de comida tradicional, pero su estómago se encontraba cerrado y dudaba que alguno de esos juegos fueran capaz de distraerle aquella noche.
Como Tsukishima no conocía de sus sentimientos, seguían siendo tan amigos como antes, la noche anterior habían ido a beber a un bar cercano de donde Kei vivía, y ya con un poco de alcohol en la sangre, el rubio le había confesado que seguía siendo virgen o casto, como se le llamara a un hombre había dicho mientras movía la mano quitándole importancia.
El porque aún de su castidad a pesar de ya llevar casi 3 años viviendo con su novio y estar hace 5 en una relación era porque Kuroo no se permitía a sí mismo profanarlo siendo menor de edad. A pesar de que ambos se conocieron siendo menores, cuando comenzó su relación el pelinegro ya se encontraba en la universidad, y se había dicho a sí mismo a que esperaría a que Tsukishima fuera mayor de edad para hacerlo.
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Tsukimi (KuroTsuki) #HaikyuuAwards
FanfictionKuroo Tetsuro ha estado esperando la mayoría de edad de su novio, Tsukishima Kei, para poder llevar a algo más su relación, pero cuando están mirando la luna durante el Tsukimi algo trastoca sus planes. Ahora Kuroo tendrá que volver a apoyarse en su...