Una luna sólo para nosotros dos /one shot (MLB)

C 1. Bella noche

Este es un one shot, es decir una novela de un solo capitulo :3 aclarado eso, espero que les guste y no olviden comentar y/o deja una estrellita 😉 comencemos ...

 Era una noche hermosa, una luna llena adornaba el cielo nocturno, era el momento perfecto para pasarse despierto admirando las estrellas o dar un paseo largo hasta que amanezca y observar el bello espectáculo del amanecer y al cielo cubrirse de luz. Sin embargo, en aquella habitación una hermosa joven de ojos azules y cabello azabache derramada amargas lágrimas sobre su almohada y junto a ella su fiel kwami

- Marinette – dice la pequeña con tristeza mientras acaricia su cabeza tratando de consolarla- ya verás que todo va a estar bien

- Gracias Tikki, pero no creo que nada vaya ser como antes -solloza aun sin levantar el rostro de la almohada

- Por favor ya no llores -abraza una de sus mejillas, le dolía ver a su compañera así- haría lo que fuera para alegrarte

- No puedo evitarlo Tikki, él estaba allí y también todos los demás -intenta levantar su cabeza y la mira con tristeza- todos lo vieron

- Lo sé Marinette -la abraza más fuerte- pero ya no puedes hacer nada, mañana debes volver a clases

- Como quisiera que no llegue mañana -seca sus lágrimas- gracias por estar a mi lado Tikki -revisa su teléfono- tengo dieciocho llamadas perdidas de Alya

- ¿por qué no hablas con ella Marinette?

- Es que aún no me siento con ganas de hablar de lo que paso -se levanta de la cama y se mira en el espejo- Debo calmarme, no quiero que me akumaticen -intenta sonreír para Tikki y respira hondo

- Ya es tarde, deberías ir a dormir -dice la pequeña con dulzura

- Aún no tengo ganas -examina su reflejo

- Está bien Marinette -se acerca a su cabello- estás despeinada -sonríe y desata las cintas de la joven

- Ya déjalo Tikki -acaricia a la kwami y camina unos pasos y se coloca en los hombros una manta color rosa- quiero estar sola un momento y luego iré a dormir

- De acuerdo Marinette -susurra Tikki mientras ve a su amiga salir al balcón, su manera de caminar dejaba en evidencia la tristeza de su corazón.

- ¿por qué? -dice la joven en voz baja, por su mente pasan los recuerdos de lo que ocurrió en la escuela que son motivo de su dolor actual y por los que no podría volver a verlo a los ojos, a él y tal vez a nadie más.

Tenía todo su odio reservado para ella, su cara de inocencia le enfadaba más y también la forma en que movió su cabello rubio al salir del salón para irse, pero no sin antes dedicarle una mirada de desagrado. Marinette suelta un suspiro tratando de aliviar su corazón dolido, al mismo tiempo que con la mirada buscaba algún punto en el paisaje parisino que la ayude a olvidar. Pero de repente vuelve a sus pensamientos la expresión de él. De aquel joven rubio tan amable y por el que su corazón palpitaba a mil por hora, sin embargo, en aquella escena no había opción para el romance, el gesto de él había sido cierta sorpresa combinada con extrañeza y algo de desagrado, o al menos la azabache lo recordaba así. Los retazos de memoria que revoloteaban en su cabeza no querían unirse, ella no los unía para evitar rememorar lo sucedido. Una lágrima se deslizó por su mejilla mientras un viento fuerte la despojaba de la manta que llevaba sobre los hombros y que era su único refugio de aquella fría y bella noche. Entonces aquel aire invernal envolvió su cuerpo llegando hasta su corazón, no puedo contener las lágrimas que surgieron inmediatamente después de que la soledad golpeara su interior con fuerza y crueldad, solo dejando rastros de abandono y desesperación, ahondando el abismo de dolor, fue en ese instante en el que parecía que todo estaba perdido y su único deseo era poder desaparecer con el viento o morir en aquel frío... llegó él.