Hunters

Capítulo 3

                     Adeline
Adrew mostraba una actitud un tanto nerviosa, las manos le temblaban y tardamudeaba, lo observaba con detenimiento mientras él conducía a toda velocidad y conservaba mi codo sobre el respaldo del asiento.

-¿¡Qué!?-

Me preguntó con brusquedad girando su rostro hacía mi, mientras aceleraba más la velocidad de la camioneta alcanzando el límite de la velocidad que la carcacha permitía.

-Andrew ¿qué te sucede?- Pregunté confundida por su actitud.

-¡Nada!- Dijo en un tono cortante y serio.

Seguí insistiendo hasta que Andrew paró de golpe la camioneta y me dijo:

-No - tengo - nada-  Me dijo pausando cada palabra y aumentando el tono de voz.

Me limite a contestar y giré la cabeza hacia la ventana para observar las gotas que se deslizaban por el cristal de la ventana,  su actitud ya comenzaba a ser  frustrante, de pronto puso en marcha la carcacha y media hora después nos encontrábamos frente a la casa.

Bajamos de la camioneta, visualicé a lo lejos que la puerta estaba entre-abierta.
Por un momento creímos que Steven ya había llegado, pero vaya sorpresa que nos encontramos al abrir la puerta, la casa estaba hecha un desastre.
Los cajones estaban abiertos, y todas las cosas estaban en el suelo, los muebles estaban en lugares distintos a como  siempre estaban.
Mi hermano y yo nos miramos el uno al otro con complicidad y nos dirigimos lentamente con calma y sin hacer ruido a revisar toda la casa.
Andrew se dirigió a la sala y localizó en el piso de madera un pequeño hueco, en el cual ingresó el amuleto y una vez que este estaba adentro, la madera comenzó a abrirse hacía los lados, como una especie de mecanismo impulsado por cadenas, dejando ver a su vez algunas de nuestras armas, como: navajas, pistolas pequeñas, y pistolas con balines (que normalmente las utilizamos para las aves), algunos rifles, achas y machetes.

Tomó entre sus manos una navaja y me lanzó un acha que al instante atrapé, retiró el amuleto y el compartimento se cerró de golpe.

-Vamos arriba- Me susurró señalando hacia las escaleras.

Me límite a decir algo y asenti con la cabeza. Él fue el primero en subir las escaleras mientras yo lo seguía por detrás.
Nos aproximamos a la primera puerta, mi habitación, tomé la manija, la giré lentamente hasta que la puerta se abrió, cuando nos adentramos en la habitación nos encontramos con una gran sorpresa, Steven estaba en el rincón de mi habitación, y estaba delirando.