CAPITULO 12.

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ASHLEY POV.

Estuve por más de dos horas en un debate conmigo misma sobre ir o no a la parrillada en casa de Taylor y en el transcurso de eso me llego un mensaje de Brisa que me pedía que llegara aún más temprano para ayudarla, no deseaba ir para evitarme las mismas cosas que siempre pasan en casa de Taylor, sin embargo Bri necesitaba de mí. Sin ánimos sali en camino hacia casa de Tay, llegue en un tiempo de media hora y al estar frente a la puerta di tres pequeños golpes, abrió Brisa con una sonrisa de oreja a oreja que sin dudarlo respondí.

-Sabía que vendrías.- Comento mientras me abrazaba, me aleje un poco para responderle.

-Ya estaba lista para venir- Conteste sonriendo.

-Hola Ash.- Llego Taylor junto a nosotras y sentí como mi sonrisa fue desapareciendo.

-Hey.- Dije a modo de saludo. -¿Para qué me necesitas Bri?- Pregunte mirándola.

-De hecho solo me aseguraba de que vinieras.- Sonrió.

-Yo iré atrás.- Comento Taylor. –Deberían ir a alistarse.- Yo mire confundida a Bri.

-¿Alistarnos?- Pregunte.

-Sígueme.- Tomo mi mano y subimos las escaleras para adentrarnos después a la habitación de invitados. –Traje un par de bikinis.-

-No Bri, no quiero que pase lo mismo que la última vez.-

-Ashley! Brad seguro se derretirá cuando te vea en este bikini.- Dijo mientras me lo lanzaba.

-¿Sabes si Carmin vendrá?- Pregunte curiosa.

-Espero que no, si Chanel la ve se molestara contigo.-

-Ella es nuestra amiga, Bri.-

-Pero rechazo la propuesta de Chanel sobre ser porrista.-

-Eso no tiene sentido o ¿Tu dejarías de hablarme si dejo de ser porrista?- No contesto nada, solo me miro seria.

-Ya cámbiate.- Dio media vuelta y se comenzó a quitar la blusa para cambiarse. Yo por mi parte le di la espalda y comencé a hacer lo mismo.

-

-Sabía que vendrías, tarde, pero sabía que lo harías.- Dije mientras abrazaba a Carm.

-Por supuesto que iba a venir, es decir, no vine porque me llamaste como cien veces rogando que viniera.-

-Tenía varios días que no te veía.- Me encogí de hombros.

-Pasas mucho tiempo detrás de las porristas.- Sonrió. –Pero en fin, creí que habría menos personas.- Dijo mientras miraba a su alrededor. –Si Chanel me ve le dará un infarto.- Rio.

-Ella aun no llega o al menos yo no la he visto.-

-¿Brad ya está aquí?- Pregunto y yo negué. –Perfecto, vamos por algo de beber.- Me tomo del brazo y caminamos hacia la cocina, la mayoría de las personas estaban en la parte trasera. -¿Por qué traes bikini?- Cuestiono mientras tomaba una bebida y salíamos al patio.

-Bri...- Me interrumpió.

-Brisa, claro ¿Cómo no pensé antes?- Opte por no comentar nada sobre eso, desde que éramos niñas Brisa y Carmin nunca se llevaron bien, siempre discutían por cualquier cosa, de hecho una vez llegaron a discutir si la cebra era negra con rayas blancas o blanca con rayas negras.

Estábamos cerca de la piscina cuando sentí que alguien me miraba fijamente, discretamente voltee para ver de quien se trataba, en la entrada estaba Anthony y junto a el Natasha Gilbert la cual me miraba con esa mirada tan suya que la caracterizaba, en el momento que nuestras miradas coincidieron yo le sonreí y ella solo aparto la mirada para decirle algo a Tony en el oído.

-Pero mira que tenemos aquí.- Escuche la voz de Chanel. –Al parecer te encanta llevarme la contra, Ash.-

-Taylor nunca menciono excepciones ante los invitados.- Dije seria.

-¿A caso tú y Anthony se han puesto de acuerdo? Eso mismo me respondió.- Rio. –Como sea, si hacen algo que no me guste, se van las dos.- Termino diciendo eso y se fue.

-La verdad que no vale la pena responderé y lo mejor es ignorarla.- Comento Carm sonriendo y yo respondí a esa sonrisa.

-Hola amor.- Dijo Brad mientras me abrazaba por detrás provocando que me sobresaltara. –Creí que no ibas a venir.-

-Olvide decirte que cambie de planes...- Me separe de el para mirarlo de frente.

-Lo siento Brad pero es momento de que ella sea mía.- Dijo Carmin mientras me tomaba del brazo y me guiaba lejos de Brad. –Yo pienso divertirme.- Me paso su vaso de la bebida. – Y tú te divertirás conmigo.

...

No había bebido mucho pero me sentía muy mareada, ya estaba comenzando a oscurecerse y a esta "Pequeña reunión", como la habían llamado, ya estaba a nada de terminarse, en toda la tarde me estuve topando con Natasha, siempre cuando creía que se acercaría a hablarme alguien la distraía o Carm me llevaba a otro lugar y eso me frustraba. En este momento iba por unos tragos para Carmin y para mí, en la cocina no había nadie y agradecía que así fuera. Estaba sirviendo el segundo trago hasta que...

-No deberías que beber tanto, mañana tienes clases.- Me sobresalte al escuchar su voz y rápido me gire a verla.

-Tú también tienes clases y estas bebiendo.- Sonreí.

-Pero yo al menos se manejar una resaca.- Dijo sonriendo mientras se acercaba a mí. –Deberías cambiarte.- Cambio su expresión por una seria y yo la mire confundida para después ver mi atuendo ¿Qué tiene de malo este bikini?

-¿Se ve taan mal?- Sentía como me tambaleaba un poco mientras la miraba a los ojos.

-No, en absoluto solo que...-

-Ashley como tardas con las... Vaya la famosa Natasha está aquí.- Dijo Carm mientras entraba a la cocina. –He escuchado tanto sobre ti.-

-Espero que todo bueno.- Dijo sonriendo.

-No sé si acostarse con Leila entre en eso.-

-Iré arriba.- Dije mientras salía y con dificultad subí las escaleras, al entrar a la habitación de invitados comencé a buscar mis cosas para cambiarme. Justo cuando termine alguien dio tres pequeños golpes. –Adeelante.- En este instante Natasha entro. –Yo ya voy de salida, si quieres quedarte y usar el tocador, la habitación es tuya.- Dije mientras pasaba a un lado de ella tambaleándome.

-De hecho quería hablar contigo.- Me tomo del brazo para estabilizarme.

-Tengo que buscar a Brad para irme a casa.-

-Oh Brad... La última vez que lo mire estaba junto a Chanel.- Sonrió.

-No es gracioso.- La mire seria y me encamine hacia las escaleras, con cuidado me sujete del pasamanos.

-Jajaja tuvo un poco de gracia.- Dijo detrás de mí. –Extraña, por favor tenemos que hablar.- No la veía pero me la imaginaba rodando los ojos. Cuando baje las escaleras me dirigí hasta el patio trasero para tomar aire fresco. – ¿Qué tan mareada estas?-

-Del uno al diez... doce.- Me senté en el pasto.

-¿Comiste algo por la tarde?- Negué y ella sonrió. –Vamos... detendremos estos mareos.- Me tendió su mano para que pudiera levantarme y se la sujete, cuando estuve a su altura me miro a los ojos, luego a los labios. Yo mire los suyos. Mordió su labio inferior aun viendo los míos, lentamente se comenzó a inclinar un poco hacia mí, yo no me moví por lo que ella se siguió acercando...

Let Me Love You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora