― Lo sobrenatural no existe. ―
le dijo el conejo verde al gato azul.― Entonces, ¿qué es ese baúl? ―
contestó el gato, comiendo alpiste.― Eso, amigo mío, es lo real. ―
respondió el conejo, paciente.― ¿Y nosotros? ¿Esto no es real? ―
chilló el gato, señalándose, reticente.― Tú eres fantasía, amigo. ―
explicó su colega mientras sonreía.―Estás debajo de ese abrigo. ―
y apuntó un bulto que se movía.Y de debajo de las pieles
emergió una niña.