Prólogo

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 - ¿En que demonios estaba pensando el viejo este antes de morirse? - Exclamó la dueña de la inmobiliaria tras leer el testamento de Robert Willhaim

- Yo que tu no le llamaría viejo, estamos hablando de uno de los mayores genios de la historia, ha resuelto una gran cantidad de problemas y acertijos imposibles, incluso consiguió crear un algoritmo para resolver el número pi completo, aunque admito que tienes razón, ¿que clase de persona deja una de las mansiones mas grandes de todo Python Hill por tan solo 10 dolares? no tiene sentido - Respondió su socio, el cual era un gran fan del matemático

- Ademas, eligió concretamente nuestra inmobiliaria, ¿por qué? Ni siquiera somos la mas famosa de la ciudad

- Por no hablar del test que nos ha dado, ¿piensas que va a ser posible que alguien lo complete?

- Honestamente... No lo sé, yo lo he mirado un poco por encima y no se por donde empezar

Un silencio inundó la sala

- ¿Te han dado ya las llaves?

- No, ni me las van a dar, en su testamento pone que aquel que sea capaz de completar el test sin ningún fallo también sera capaz de abrir la puerta sin la necesidad de una llave

- Definitivamente esta chalado. ¿Y el test? ¿Como haremos el concurso?

- Supongo que lo haremos por hordas, como un examen de selectividad por así decirlo, convocamos a 200 personas, si ninguna de esas 200 consigue pasar el examen pasamos a las siguientes 200, menos mal que el tío creó muchas maquinas para corregir el examen, si no estaríamos en la absoluta mierda

- ¿Maquinas para corregir?

- Evidentemente, dejar las soluciones en un papel hace que la resolución limpia del test corra peligro, cualquiera podría robarlas y quedarse con la casa. Lo único bueno que tiene todo esto es la cantidad de fama que recibiremos tras esto, ya me estoy imaginando los anuncios, "Escogidos por uno de los mejores matemáticos del mundo demostrando así nuestra eficazia y profesionalidad" ¿A que suena bien?

- Tengo que admitir que si, brindemos por esta nueva oportunidad que se nos encara 

Ambos socios brindaron sus copas de champan para mas tarde beberlas de un trago, se les notaba contentos, este era el impulso que necesitaban para despegar su inmobiliaria adelante y nadie se lo iba a arrebatar.

La casa de 10 dolaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora