Dark Demons | Shadowhunters | (Editando) (Actualizaciones Lentas)

02

Leer la nota de la autora al final.

ES IMPORTATE.

NO BROMEO.

*

Cuando Cassandra abrió los ojos estaba recostada en su cama, llevaba su pijama y estaba como si se hubiera ido a dormir normal, pero ella no se acordaba de haberlo hecho, se levantó arrastrando los pies, y bajó las escaleras con cuidado, en la sala se encontraban sus papás y la Inquisidora.

-Cariño, buenos días -le dijo su mamá al verla, Cassandra respondió con una sonrisa.

-¿Qué hace ella aquí? -preguntó con un tono petulante.

-Tampoco me alegro de verla, señorita Cassandra.

-Entonces, diga a qué vino para que pueda irme -Cassandra se sentó en el sillón frente a la Inquisidora.

-Como verá, ya no es seguro tenerla aquí sola, otra decaída como la de ayer y tu vida estaría en grave peligro.

-Como si le importara mi vida.

-¡Cassandra! -reprendió su padre.

-¿Crees que si nos importara tu vida te limitaríamos? Si tú fueras de poca importancia para nosotros dejaríamos que fueras libre, matarás a las personas que quisieras y cuando La Clave te atrapara, te mate -la Inquisidora le sonrió burlonamente-. Ahora, viendo que no te puedes cuidar sola, te voy a dar las siguientes opciones, o vas a Idris con tus papás, te vas al Instituto de aquí o te unes al clan que quieras.

-¿Qué? -preguntó Cassandra-. O me vuelvo Cazadora o Vampira, grandes opciones.

-La verdad es que, es tu decisión pero tienes poco tiempo para decidirlo.

Cassandra consideró las opciones, desde que se había convertido había pensado en unirse a un clan, pero si los Cazadores le tenían despecho a los Subterráneos, con los Vampiros era el doble. La opción de Idris era la que menos le gustaba, así que, cerrando los ojos, y suspirando, respondió.

-Supongo, que me uniré al Instituto -dijo sin ganas.

-Me alegra que lo hagas, empaca tus cosas, te vas hoy.

-¿Puedo llamar si quiera a mis amigos? -la Inquisidora hizo un ruido de desagrado.

Cassandra subió las escaleras corriendo y se encerró en su cuarto, cerró con seguro y sacó su celular y marcó el número de Simón.

-Hola, señorita -dijo enojado.

-Oh vamos, no es momento para que me juzgues -dijo con tono inocente-. Lo lamento tanto por lo de ayer.

-¿Oh enserio? ¿por qué?

-Ya sabes, por abandonarte y esas cosas.

-No estoy enojado, ¿tuviste un buen sexo ayer? -Cassandra soltó una carcajada y siguió riendo.

-Oh ya sabes, demasiado bueno, fue un trío, un rubio, un pelinegro, y yo -dijo divertida-. Oh, también una chica grandiosa.

-¿Te gustan las chicas?.

-Digamos que no me desagradan.

-Cassandra, eres impresionante.

-Sí, quería llamarte para disculparme y eso, además de que quería preguntarte si has sabido de Clary.

-La llamé varias veces, no contesta, supongo que Jocelyn ha de estar hablando con ella.

«Tienen mucho que hablar» pensó Cassandra.