2. Un asesino guiñandome un ojo

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Que buena manera de despertar, será un buen día. (notase el sarcasmo) Mi alarma no ha sonado y me ha despertado el portazo que dio mi hermana al salir de mi casa. En cinco minutos toca la campana de la escuela. Me levanto lo más rápido posible de la cama y me doy el baño más rápido del mundo. Salgo prácticamente volando y comienzo a vestirme. Me calzo un jean  negro y unas botas negras de cuero, con un top blanco y un sueter gris que queda por el ombligo. Me maquillo rápidamente y salgo de mi habitación volando.

Bajo las escaleras y veo a mi madre preparando el café. La miro y carraspeo la garganta, haciendo que ella gire la cabeza y me dedique una sonrisa.

-¿No pensaron en levantarme? -Le pregunto y ella camina lentamente hacia la silla y se sienta sobre esta.

-Pensé que te gustaría saltar las clases hoy...

-Gracias por avisarme madre, ya me he cambiado. Me largo, llego tarde. -Le doy un beso en la mejilla y tomo mi bolso.

Salgo de mi casa y comienzo a correr hacia el instituto. El timbre ha sonado hace diez minutos, así que ya estoy tarde. Comienzo a caminar hasta que empieza a diluviar y ahí es cuando acelero la velocidad. Cruzo las calles sin importarme que pasen autos y comienzo a trotar al ver el instituto a una manzana. Corro hasta llegar a el y subo las escaleras lo más rapido posible sin resbalarme por la lluvia y el piso patinoso.

Abro las puertas dramaticamente y no veo a nadie por los pasillos, así que sigo corriendo hacia mi clase de química.

De repente tropiezo con una pared, haciendo detenerme, y observo a esta pared quién resulta ser un chico un poco más alto que yo. Lo observo bien, nunca había visto a este chico por los pasillos de la escuela.

-Ten cuidado por donde vas, nena. -Dice con tomo brusco mientras levanta mi bolso, el cual ha quedado en el suelo. Me lo entrega y le doy una sonrisa de agradecimiento.

-Podrias decirlo con un poco mas de gentileza , ¿no? -Le exclamo al chico mas alto que yo, y al dirigir los ojos a su rostro quedó atónita de la belleza que tiene.

-Es que los dias lluviosos me fastidian.

-¿A quien no? Encima de llegar atrasada me ha agarrado la lluvia. -Miro el reloj que tengo en la muñeca. - ¿No tienes clases?

-Si, pero decidí saltearlas, el profesor Stevens de química no me da buenas vibras, ¿Tu llegas tarde? -Pregunta y ruedo los ojos. Idiota.. que le parece?

-No, te parece. -Digo y comienzo a caminar hacia donde estaba yendo. -Le mandare saludos a Stevens de tu parte, querido...

-¡Mi nombre es James! -Completa mi oración. -¡James Scott! -Me grita y me quedo paralizada. Giro la cabeza y lo miro, está tocando su nuca y tiene una sonrisa plasmada en su cara.

-¡Lamento informarte que llego tarde, nos vemos James! -Grito y sigo corriendo hacia mi clase. Eso ha sido raro.

(...)

-No parece un asesino. -Digo metiendo un poco de sándwich en mi boca.

-La gente no es lo que aparenta ser. -Dice Jhonatan bebiendo un poco de refresco. Ruedo los ojos y las puertas de la cafetería se abren.

Entra  el famoso James, quien está en boca de todos los alumnos del instituto. Alice se lo queda observando, con la boca abierta. Y por lo que puedo ver, la mayoría de las chicas presentes y hasta algunos hombres se lo quedan observando.  A el parece no importarle, por  lo tanto sigue caminando en  busca de algún asiento. Su  mirada topa con la mía, y me guiña un ojo. Normal, algo que sucede todos los días, un asesino guiñándome un ojo.

FragileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora