Capitulo 86.🌻

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|| Narra Selena ||

Estoy sentada en el sillón, sí, en el sillón de su casa. Aún no me he marchado. Estoy pensando en todo. En todo lo que ha pasado en este último momento y en todo lo que ha pasado antes de todo esto.

A ver Justin, no te digo que mi falda sea perfecta, ni que use maquillaje de Channel. Tampoco te prometo que me peine todos los días, o que no se me olvide alguna vez pintarme las uñas. Pero tengo una sonrisa que nunca falla si me sigues haciendo feliz como lo hacías hace meses atrás y unas ganas de seguir adelante impresionantes, te lo prometo. Pues sí. El Porta tenía razón. "Y todo, absolutamente todo, puedes perder sólo por una estupidez. Guarda un parecido al comportamiento de los niños pequeños, como cuándo por el hecho de quitarle un juguete, quiere tenerlo, y se da cuenta de lo que eso significa."

- Te echo de menos como una imbécil.

Lo peor son las noches, ellas tienen la culpa, se me ocurren unas ideas maravillosas de como mandarte finalmente a la mierda, de cómo llamar tu atención para tenerte cinco minutos. Pero mis planes carecen de todo sentido y coherencia por las mañanas. Aquí me tienes, en el salón de tu casa comiéndome la cabeza como la más loca de todas. Quién te lo iba a decir a ti. Esperando que bajes las escaleras de un momento a otro y te quedes a dormir conmigo. Y ya me conozco todo eso de superar el pasado, seguir con la cabeza bien alta y bla, bla, bla y mira que lo intento, pero es verte, chico, y se me olvida todo. Por esa coraza a medio derribar. Tu aparente falta de sentimientos que es la mentira más grande del mundo. Sabía poco de ti por aquel entonces, solo que eras alto y valiente, que tenías los ojos dorados, que pese a que nunca dijiste que amabas la música, yo lo supe desde el momento en que te conocí. Sabía que te gustaba la pizza con mucho queso más que a un tonto un lápiz y ese afán de comprar guitarras. Oye Selena, frena. ¿Por qué todo esto ahora? Sabes que quieres darle un poquito de celos y pagarle con la misma moneda. Frena otra vez. Para y piensa. Mierda. No puedo pensar. Lo estoy escuchando tocando la guitarra mientras canta algo. Y eso siempre solía hacerlo cuando no se encontraba bien.

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Nuevo día.

Bajo las escaleras de casa y estoy hablando un rato con Rick y mamá. Veo que hay unas cuantas cartas sobre la mesa. Hay una color morado.

- ¿Y esto? - pregunto curiosa. Mamá se encoge de hombros.

- Ni idea, aún no las he mirado.

Dejo un montón a un lado y cojo la carta morada. No tiene nada. La giro. Mi madre me mira con curiosidad.

- Es para mí.

- ¿De quién?

- No sé. - contesto rápido. - Ahora vengo.

Corro escaleras arriba y me tiro en la cama. Estoy nerviosa. ¿Qué puede ser? La abro y dejo el sobre a un lado. Extiendo el folio y comienzo a leer.

"Anda, súbete conmigo de nuevo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi corazón. Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar. Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre. Porque eso es lo que me apetece hacer hoy. Hoy. Y todos los días de mi vida."

Anónimo. Es anónimo. Joder Justin. Una serie de sentimientos escritos y unas ganas de abrazarte gigantes. ¡Ves! otra vez mi puta cabeza que piensa "átame" mientras escribe "suéltame" y así todo el día. Que si te odio... que si te quiero, que si te escupo...que en realidad quiero morderte, que quiero empujarte de mi mente. La verdad es que quiero que me hagas el amor despacio. Tú eras mi desastre, mi jodido desastre, mierda, y ahora siempre hace frío y nadie me entiende.

- ¡¡Selena, te están llamando!!

- ¿¡Quién!? - grito metiendo la carta en el sobre.

- ¡¡Danny!!

- ¡Ya bajo!

Y cuando estoy a punto de salir por la puerta, él se choca contra mí.

- ¡Lo siento! ¿Estás bien? - dice entre risas. Yo me froté el hombro.

- Sí, sí.- reí esta vez yo. - ¿Qué pasa? - carcajeo. - ¿Por qué tanta prisa?

- Corre, ponte algo más...-me examinó. - Ponte un pantalón corto, y una blusa de tirantas.

- ¿Por qué? ¿A dónde vamos?

- A limpiar mi coche.

- ¿Qué dices?

- Venga ya, hazme caso. Justin está en la calle lavando el suyo.

Me pongo un pantalón corto y una blusa caída que me deja ver la barriga. Me suelto el pelo y bajamos a la calle.

Sacamos la manguera. Danny saca unos cubos con espuma y subimos la música a tope. Justin se hace con nuestra presencia al instante y mira a Danny de una forma...bastante interesante. Danny abre la manguera y juega conmigo mientras yo carcajeo. Comienzo a lavar los cristales. Él se me acerca por detrás y me susurra un "Esto va a ser divertido". Justin toca la pita. Se quita la blusa y la deja en el capó. Joder. ¿Ha estado yendo al gimnasio de nuevo? Acaba de coger la manguera. Sube más su música intentado que no se escuche la nuestra.

Me giro y exprimo la esponja en el cubo, llenándola de jabón. Danny gira la manguera hacia a mí y me moja entera, literalmente.

- ¡Idiota! - carcajeo. El ríe más alto aún.

Tira su blusa también al capó de su coche. Se acerca a mí y me abraza. Luego me acaricia la espalda. Y siento un escalofrío. Y luego un recuerdo. Y no precisamente con Danny. Me pongo de puntillas y le doy un beso en la mejilla. Luego él me da una palmada en el trasero y yo le miro con cara de pocos amigos.

- Te has pasado. - vocalizo. Él ríe y sube más la música. Me giro. Justin me está mirando. Le sonrío. Que guapo es.

Comienzo a enjuagar el lateral del coche, y luego cojo la manguera para quitar el jabón. Doy una vuelta y desde esta posición veo a Justin de frente. Acaba de coger su manguera. Se está mojando entero. Y me está volviendo loca. Maldita sea, estoy hasta las trancas. Jodidamente hasta las trancas. Siento de nuevo las manos de Danny en mi estómago.

- Lo estamos haciendo bien, tiene ganas de venir aquí y pegarme de hostias. - ríe divertido en mi cuello.

Me giro y me quedo frente a frente junto a él. Danny me sonríe y me esconde un mechón de mi pelo tras de mi oreja. Luego con su dedo pulgar me quita una gotita de agua que se me ha caído del pelo y se ha colado en mi mejilla.

- Es normal que te quiera tanto. Eres muy bonita.

- Y tú eres un estúpido. - sonrío de lado y me pongo de puntillas para abrazarlo.

- Oye. - escuchamos una voz detrás de nosotros. Nos giramos. Es Justin con una sonrisa que no me gusta nada. Mira a Danny divertido y luego me mira a mí de arriba abajo. -Se te ha desinflado esa rueda amigo. Creo que debes cambiarla.

Luego se va carcajeando hasta su coche. Miro a Danny y me encojo de hombros. Yo se lo había dicho. Justin era un tío de hechos. No sé cómo coño pudo hacerle eso a la rueda tan rápido. Danny se acerca al maletero y saca otra rueda. Yo lo miro y luego miro la rueda.

- Déjame.

- ¿Sabes cambiar una rueda?

- Sé ponerla, sácala y luego yo pongo esta.

- Vale.

Se mete debajo del coche para colocar el gato. Saca la rueda en un "plis-plas" y luego me mira. Me agacho y comienzo a ponerla.

- Oye, no sabes el panorama que hay desde aquí. Tendrías que verlo. El sol, redondo, perfecto. - dice Justin al otro lado. Danny se gira y le responde.

- ¿Qué sol? Estás flipado. Si no se ve nada.

Me levanto. Ya está puesta. Miro a Justin curiosa. Él me mira carcajeando.

- Bueno ahora no, pero hace dos segundos estaba ahí. Lo juro. Un sol de ojos claros, pelo largo y vaqueros cortos. Una maravilla. Se veía por debajo de tu coche.

- Eres un gilipollas, que lo sepas. - le contesto dándole la espalda.

Él suelta una gran carcajada y vuelve a mojarse con la manguera de arriba abajo. Ese fue el chico del que yo me enamoré. Que alguien me ayude a superar esto, por favor.

No desde siempre, pero si para siempre. ❤  |Jelena| Where stories live. Discover now