Capitulo 84.🌻

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|| Narra Justin ||

Empiezo con las primeras máquinas, me caliento en seguida, series de repeticiones para ablandar los músculos. Cargo poco, lo mínimo. He vuelto al gimnasio. Me viene bien para descargar tensiones. Una chica, alta, morena, de cuerpo diez y ligeramente maquillada, me mira. La observo curioso. Es bonita. Pero no me gusta su estilo. Hago en seguida la primera serie de cien. Miro a lo lejos. Dos chicos, uno algo corpulento entrena a otro a penas de fuerza física. Otra chica se me acerca. La miro. Un mechón de pelo rubio castaño descubre a trozos su cuello suave. Ojos azules, dulces y serenos. Un perfil delicado, pero decidido.

- ¿Eres nuevo? - me pregunta sentándose en la máquina que está justo a mi lado. Yo la observo un segundo. Estoy sudando.

- Sí. - contesto algo forzado.

- Pues no estás tan mal para empezar. - suelta una carcajada.

Que lanzada. La observo y sonrío de lado. Ella me devuelve la sonrisa y comienza a hacer una serie. Miro al techo sin parar, uno tras otro, con las manos detrás de la cabeza, con los codos alineados, tensos. Segunda serie de cien.

- Oye Bieber. - me susurra. Entrecierro los ojos.

- ¿Qué? - le pregunto curioso. ¿Cómo se sabe mi nombre?

- Hace tiempo que te veo por aquí.

- ¿A mí? - se me escapa una carcajada. Sigo haciendo abdominales. - Pero si es la primera vez que vengo.

- Pero no aquí.

- ¿Dónde? - susurro esta vez yo. Me levanto poco a poco y casi no puedo ni hablar del dolor en los abdominales.

- En el parque. Con una morena. - se levanta. La veo
reflejada en el espejo, sonriendo. Se le entrevén los pezones en esa micro-camiseta. Lo sabe pero no se tapa.

- Ah, sí. - suelto una carcajada.

- ¿Es tu novia? - pregunta con interés. Comienzo a sentirme incómodo.

- ¿No haces demasiadas preguntas para no conocerme de nada? - pregunto esta vez yo.

Abro mi botella de agua y tomo un sorbo. Se me caen unas gotas por el cuello, bajando por mis abdominales y perdiéndose dentro de mis boxers. Ella sigue con su mirada el recorrido y luego vuelve a clavar la mirada en mí. Sonrío de lado y guardo la botella en mi maleta. Luego me la echo al hombro y la miro por última vez.

- Adiós castaña.

Luego le guiño un ojo y subo del gimnasio, no antes sin chocarle la mano a algún que otro conocido. Llego hasta mi coche.

Abro la puerta trasera y tiro la maleta dentro. Luego abro mi puerta y entro. Meto la llave. Acelero una vez. Dos. Suspiro y pongo música. Esa no me gusta. Cambio de pista. Esta tampoco. Esta me recuerda a ella. Esta también. Apago la radio. Acelero. Cambio de marcha y me mantengo lejos. No me paro en ningún semáforo. Hoy todos están verdes para mí. Adelanto a los coches que están parados en el semáforo, después sigo recto, giro a la derecha, izquierda. Un tipo medio calvo me toca la bocina con retraso. Estoy llegando a casa.

Pero a lo lejos diviso a Selena. Ah, y al otro tipo. Al lado hay un charco. Sonrío. Cambio de marcha y acelero. Una rueda pasa encima del charco y los mojo enteros.

- ¡¡Imbecil!! - me grita Danny. Freno. Me bajo del coche. Selena está empapada. Sonrío sin darme cuenta. Ella apreta los puños y agarra a Danny.

- Oye, no es mi culpa que esten tan cerca de la carretera. - me elevo de hombros. - Además, agradezcamenlo. Miren que calor hace hoy. - abro mis manos y luego carcajeo.

- No me hace gracia. - dice él. Ella se tuerce la blusa. Luego se acerca a mí.

- Ten cuidado. - me dice señalándome con el dedo.- Ten mucho cuidado.

- ¿Me estás amenazando? - doy un paso y ella no se mueve. Está muy cerca, casi puedo sentir su corazón saltando sin parar. - ¿Me estás amenazando Gomez?

- No te pongas de chulo conmigo. - carcajea y esta vez es ella quién avanza unos cuantos centímetros más. Se moja los labios, me coloca una mano en los abdominales y luego me mira a los ojos. - Porque no te va Bieber. No te va. - sonríe, y luego me empuja con fuerza.

Se acerca a Danny y éste la abraza por la cintura. Ella le da un beso en el cuello y luego le quita las gotas que tiene por toda la cara con la yema de sus dedos. Bien, esto tampoco salió como quería. Me he quedado con ganas de tirarla, meterla en el coche, besarla, quitarle la ropa con los dientes y hacerle el amor mil veces sin parar. Pero me ha logrado dejar con ganas, y encima malditamente celoso. Carcajeo sin gracia.

- Mejor ten cuidado tú.- contesto señalando a Danny. Él la agarra más de la cintura, incluso baja un poco más. Ella simplemente me mira sonriendo.

- Nos vemos mañana en mi casa, fea.

Ella eleva una ceja y cancela la sonrisa. Esta vez río yo y camino hasta mi coche. Entro y acelero tres veces, dejándoles algo de humo en recuerdo de mi presencia.

No desde siempre, pero si para siempre. ❤  |Jelena| Where stories live. Discover now