Parte única.

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JooHeon asistió a su primera fiesta de preparatoria cuando tenía alrededor de quince años y fue porque lucía como si fuera un alumno mucho mayor, fue acompañado de GunHee, su mejor amigo. Aunque quería fingir que no era la gran cosa, durante toda la semana estuvo pensando en qué tan grandiosa seria la fiesta y si beber alcohol ilegalmente era tan genial como todo el mundo decía. En realidad, estaba totalmente emocionado pero le decía a su amigo que seguramente no sería la gran cosa. 

El sábado llegó antes de que se sintiera lo suficientemente preparado como para actuar como un muchacho cool de preparatoria. Si le preguntaban, diría que nunca había ido antes a una fiesta porque estaba muy ocupado estudiando para los exámenes para el ingreso de la universidad porque sus padres querían que ingresara a S.K.Y. Con ese pretexto, cualquiera le creería porque era un motivo común para estar ausente de la vida social por mucho tiempo. GunHee parecía totalmente relajado, sospechaba que ya había ido varias veces. 

Lo cierto, es que la fiesta no fue la gran cosa. Esperaba que fuera una parranda alocada como esas que veía en series de televisión occidentales como Skins. Pero estaban poniendo música electrónica, aunque nadie bailaba y la casa era un poco pequeña. Había alcohol y la mayoría estaba lo suficientemente ebrio como para siquiera poder hablar. Aunque algunas parejas aprovechaban el espacio lejos de adultos para hacer cosas indecentes. JooHeon estaba sentado en un rincón, con un vaso de cerveza del que había tomado un solo sorbo porque descubrió que no le gustaba porque era demasiado amarga. GunHee se había ido con sus amigos. 

Estaba a punto de revisar por enésima vez su teléfono, cuando vio a dos chicos bailando como maniáticos en medio de la pista. Uno usaba pantalones de cuerina y una chaqueta de cuero, no estaba seguro pero creía que no llevaba playera abajo, su cabello intensamente rubio con mechones azules destacaba en la parsimonia de la casa. Pero incluso más llamativo era el muchacho alto que bailaba dando saltos y gritando, mientras se reía sonoramente. Estaba vestido parecido al otro y su cabello era igual de rubio. 

Evidentemente lo estuvo mirando por mucho tiempo porque un momento luego, el chico lo estaba mirando fijamente, pero instantes luego, sonrió y le hizo un gesto para que se acerca a bailar, pero el sacudió la cabeza, aferrándose al vaso de cerveza. Eso no pareció contentar al muchacho que se acercó con toda la seguridad del mundo y se desparramó a su lado. 

  —  ¿No te gusta la cerveza? —  gritó, para que se escuchara por sobre el ruido de la música. 

JooHeon pensó que debía actuar cool, así que asintió con mucha seguridad impulsado por la sonrisa de aquel muchacho, que parecía no creerle mucho. El tomó un sorbo e intento no poder una expresión agria porque la bebida le parecía muy fea. Pero no lo logró. El chico rubio soltó una risotada mientras tomaba el vaso que sostenía y se lo daba al muchacho de cabellos azules. Él lo tomó como si fuera agua y de hecho, fue a pedir más, pero no lucía ebrio. 

 — Él es HoSeok, pero le gusta que le digan WonHo. Yo soy MinHyuk, ¿tú como te llamas? 

 — JooHeon. 

+

Cuando entró en la preparatoria un año después, seguía en contacto con MinHyuk y HoSeok. Se habían hecho muy cercanos con facilidad, él también consiguió nuevos amigos, como ChangKyun, un muchacho sumamente rarito que había adelantado un par de años porque -al parecer- era demasiado listo, pero nunca lo había visto ser más pretencioso de lo que era extraño. JooHeon había llegado a la conclusión de que debía ser alguna clase de brujo lector de mentes, porque fue él quién le planteó la posibilidad de que estuviera enamorado de MinHyuk. 

Él seguía con su mirada al muchacho que iba del brazo de KiHyun y de HoSeok, siempre riendo. Había dejado su cabello castaño y aunque MinHyuk había lucido triste de dejar el rubio que lo había acompañado por mucho tiempo, JooHeon pensaba que se vería bien incluso si tenía monos sobre su cabeza, así que cuando le preguntó si lucía bien, él se quedó en blanco. Hubiera querido decirle que lucía hermoso, como siempre, que era el ser más bonito que había visto en toda su vida; pero solo asintió como un estúpido y cuando reaccionó, ya era muy tarde y quiso darse cabezazos contra su casillero, porque tuvo una oportunidad perfecta y la desperdició. 

JooHeon seguía yendo a las fiestas, no porque le gustaran demasiado, si no, porque pensaba que podía proteger a MinHyuk. El mayor no tomaba mucho, pero cuando lo hacía se volvía bastante vulnerable de lo idiota que se ponía y si se sumaba a la mezcla a un HoSeok ebrio, entonces no había quién los parara. Le gustaba rondar a su alrededor para espantar con su rostro de pocos amigos a las personas que se le acercaban por lo que creían que él era por la ropa que utilizaba, cuando solo era un chico que quería divertirse. En esas ocasiones le servía su pinta de pandillero o de chico buscapleitos. A pesar de las apariencias que pudieran tener los dos, ambos eran buenos chicos.  

Aquella noche, a MinHyuk se le había ocurrido llevar una tiara con unas especies de pompones sobre su cabeza y un chocker con un cascabel colgando, que hasta hacía ruido y todo. A HoSeok le había parecido divertido, pero KiHyun dijo que podían molestarlo. MinHyuk sacudió su mano con desinterés, porque poco le importaba lo que dijeran de él. Sin embargo, la mirada que le echó el muchacho de cabellos rosados hizo que JooHeon se preocupara, él intento decirle con los ojos al amigo que estaría allí para cuidarlo. No tenía porqué preocuparse si estaba allí y siempre estaría dónde MinHyuk pudiera correr peligro. 

Lo cierto es que aunque MinHyuk podía ignorar las cosas feas que le gritaban, porque aunque estaba bien que un idol se vistiera como él, para una persona normal era algo sumamente extraño y no se lo dejarían pasar; él no podía ignorar si intentaban intimidarlo o darle una paliza. JooHeon creía que estaba siendo extremista, que seguramente a las personas les daría igual como se vistiera un muchacho si no estarían ni sobrios. Pero sus preocupaciones fueron justificadas cuando un tipejo bastante más alto que JooHeon se acercó para hacerlo sentir mal. Él no entendía porqué esas personas buscaban problemas, si MinHyuk no le hacía nada malo a nadie. 

MinHyuk se sorprendió cuando aquello pasó, quizá porque las personas mayormente no pasaban de decirle cosas como "¡Eh, marica!" acompañado de palabrotas que no hacían nada más que hacerle reír. Entonces, siendo alguien pacífico, no supo muy bien como reaccionar, cuando lo empujaron por los hombros y choco contra una de las sillas altas que estaban ubicadas contra la barra que funcionaba como una especie de bar casero. Y cuando vio un puño desconocido levantarse una dirección, solamente cerró los ojos y ladeó el rostro llevando sus manos hacia su cara para cubrirse. Pero el golpe nunca llegó. Se mantuvo en esa posición defensiva un par de segundos y luego bajó lentamente sus manos, mirando a su alrededor. 

Se le escapó una exclamación por la sorpresa de notar a JooHeon parado frente a él, lejos de achicarse por el golpe que había recibido en su nombre, empujó al tipo por los hombros, imitando sus acciones. MinHyuk susurraba su nombre, porque no quería que se metiera en problemas por él, así que sujetaba uno de sus brazos. En ningún caso le gustaba la violencia, pero al final, el hombre se retiró soltando un par de maldiciones. 

  — ¡¿Por qué hiciste eso, niño tonto?! ¡Pudo haberte lastimado gravemente! —  chilló, sujetando el rostro del menor con suavidad, aunque tampoco podía ver mucho por la semioscuridad, tampoco parecía como si le hubiera golpeado muy duro, lo que le alivió un poco, pero seguía alterado por su situación. JooHeon lo miraba, extrañamente ido y él se preguntó si tal vez no le había golpeado muy fuerte la cabeza. — ¡Yah! ¡JooHeon-ah! No me mires de ese modo, me pones nervioso. 

Cuando estaba por gritarle nuevamente para que reaccionara, JooHeon dio un paso hacia él. No sabía si solamente él estaba sintiendo las cosas en cámara lenta, pero pudo ver perfectamente el modo en que el menor se acercaba para besarlo. Y aún sabiendo lo que estaba pasando, MinHyuk le correspondió, pasando sus brazos para dejarlos colgados sobre su espalda, incluso ladeó un poco su rostro para profundizar aquel contacto porque, tal vez, había estado esperando que aquello pasara por más tiempo del que sabría decir apropiadamente. 

— Lo hice porque me gustas, desde que te vi en aquella fiesta hace como un año. 

La sonrisa de MinHyuk que tanto le gustaba, esa que parecía brillar y contagiar a las personas a su alrededor, apareció y JooHeon supo que era correspondido, también supo que lo besaría y que probablemente se quedarían allí el resto de la fiesta, porque no podría cansarse de estar con él y menos ahora que podía tenerlo tan cerca como quería desde hace tiempo.  

good boy // joohyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora