Era otro día de práctica para el equipo de voleibol de la academia Shiratorizawa, y como siempre, el primero en estar parado fuera del gimnasio era Ushijima. A pesar de que la práctica fuera a las 8:30 de la mañana, él ya había ido a correr un par de kilómetros, y es que el deporte era su cosa favorita, aunque para sus compañeros parecía que se exigía demasiado, para él era normal.
–Buenos días, Wakatoshi-kun.
Ushijima se dio la vuelta mientras se ponía sus zapatillas de volley y vio a su mejor amigo, el único que lo llamaba de esa manera, parado ya listo detrás de él, lo sorprendió un poco ya que el chico no solía llegar tan pronto. –Buenos días, Tendou.
–Maldición, tengo mucho sueño. Pero si no venía a la práctica seguro el entrenador mandaba a buscarme a mi habitación y me traían en pijama. –Bostezó el chico pelirrojo para después acomodar un poco su cabello con sus dedos hacia arriba.
Antes de poder agregar algo más habían llegado sus demás compañeros y con ellos el entrenador, así que se adentraron al gimnasio para iniciar la primera práctica de la semana. Empezaron con algunas recepciones y terminaron un par de horas después con un partido entre ellos. Al finalizar la práctica fueron avisados que después de las clases tendrían un partido con una escuela vecina que lo había solicitado.
Llegada la hora estaban todos de vuelta en el gimnasio, alineados y saludándose con el equipo contrincante. En las gradas se empezaba a acumular gente, y es que siempre que tenían un partido los demás alumnos les llamaba la atención verlos jugar, en especial para ver los poderosos saques y remates de la estrella del equipo, y por qué no mencionarlo, también los bloqueos geniales que lograba Tendou, aunque a veces fallara sin querer por ponerse a pensar demasiado. Si bien habían muchos que iban a verlos por el gusto del deporte, también habían varias chicas que iban solo con el fin de ver a los jóvenes y bien parecidos deportistas, admirarlos y hacerles barra.– ¡Buen remate, Wakatoshi-kun! –Tendou exclamó acercándose corriendo a él para darle los cinco, a lo que Ushijima respondió con su rostro serio como siempre, no era que demostrara muchas emociones o expresiones más que las que hacía al jugar.
Como era de esperarse, ganaron el partido con ventaja, y mientras se refrescaban tomando un poco de agua y secándose el sudor con toallas, había un grupo de chicas en un costado de la cancha cerca de la puerta del gimnasio hablando animadamente y mirando al equipo. Ushiwaka se sintió observado y volteó a mirarlas, lo que alertó a las estudiantes terminando por salir del lugar.
–Wakatoshi, siempre tienes fans mirándote, ¿eh? –El "guess monster" habló repentinamente por detrás cercano a su oreja, lo que le hizo dar un pequeño sobresalto.
–No sé de que hablas. Tampoco estoy interesado en eso.
–Ya sé, solo tienes ojos para el voleibol. Eres lento para todo lo demás. –Bromeó un poco provocando una mirada con el ceño levemente fruncido de Ushijima, aunque eso no lo alertó para nada, y es que Ushiwaka nunca había mostrado una actitud descortés con él, se mantenía bastante sereno y era una de las pocas personas que aguantaban por completo la personalidad de Tendou.
Al día siguiente hubo otro partido de práctica con una escuela diferente, y es que si, eran un equipo solicitado, no se esperaba menos del mejor equipo de la prefectura. Terminando este, el As pudo notar nuevamente el mismo grupo de chicas observando al equipo aunque no les tomó importancia, le parecía algo normal que la gente fuera a verlos, pero la verdad es que no captaba mucho del tema con las chicas. Más que eso, simplemente no le interesaba, él estaba ahí para jugar y convertirse en el mejor del país, no para prestar atención a chicas, no le despertaba ningún tipo de curiosidad a pesar de que hubo un par que se le habían declarado, él las rechazaba al instante sin darles ni una posibilidad, era demasiado directo y parecía que el tacto no era algo propio de él, aunque cuando pasó la segunda vez intentó ser un poco más amable por consejo de uno de sus compañeros.
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Celos
FanfictionUshijima experimenta por primera vez los celos de la mano de muchas nuevas sensaciones.