09. Infantil

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Chanyeol solía ser bastante torpe pero lo que menos esperaba era que la maldita pelota llegara tan lejos, a la casa de su vecina para ser más exactos. Este se encontraba jugando solo como todos los días cuando tuvo la "maravillosa idea" de patearlo para otro lado con tanta fuerza que terminó por cruzar la cerca que los dividía, entrando en el jardín ajeno.

La vergüenza y los nervios lo invadían, ¿y si había roto una ventana como en aquellas películas infantiles? ¿Y si su vecina se convertía en una bruja?

Dudaba mucho de aquello último, había conocido a la señora que allí vivía y era una mujer agradable, pero hay que ser precavidos.

Con mucho cuidado se deslizó hacia el jardín continuo, escondiéndose entre los árboles. Al parecer nadie lo había oído y eso era un punto a su favor. Observó su balón desde la distancia y no dudó ni un segundo en correr hacia este pero su plan se vio frustrado cuando un gato saltó de la nada frente a él.

-Nutella, ven aquí. No puedes huir cada vez que haya que...

Un niño aparentemente menor que él se había asomado por la ventana, observándolo asombrado. Era bastante lindo, adorable, a decir verdad. Sus mejillas se encontraban rojas, sus ojitos eran brillantes y muy profundos; su piel era pálida y suave a la vista. Algo dentro de Chanyeol se removió ante aquella imagen, sintiendo a su corazón latir desbocado mientras una sonrisa se escapaba del otro.

-Lamento esto, mi balón vino a parar aquí. Fue un accidente, ya me iba.

Estaba a punto de salir de allí cuando aquella pequeña y suave lo detuvo.

-¿Pueda jugar contigo? No conozco a nadie en este vecindario, nos hemos mudado hace apenas unos días y me siento muy solo. No sabía que había alguien como yo por aquí.

-S-sí, puedes venir, tampoco sabía que había otro niño viviendo aquí.

La tarde fue demasiado divertida para ambos que acabaron por caer al suelo, envueltos en risa, volviendo a hablar mientras sus vistas se mantenían fijas en el cielo. Chanyeol se había perdido en las risas, expresiones y movimientos de Baekhyun. El más alto se encontraba totalmente embobado por lo que el otro niño representaba, "un ángel en la tierra" según su infantil y tierna mente. No quería dejar de ver a aquel niño ahora que lo había conocido y estaba dispuesto a salir a jugar con su balón cada uno de sus días si era necesario.

El rostro de Baekhyun se volteó para dirigirle una mirada y una brillante sonrisa.

-Eres muy divertido, Channie. Seamos amigos y juguemos siempre.

-¿Vendrás siempre a jugar conmigo?

-Sí, es una promesa. -dijo, acercando su mano a la de Chanyeol para tomarla con la propia, acariciando sus nudillos.

Aquello hizo latir fuertemente el corazón de Chanyeol quien no tardó en acercarse a la boca de Baekhyun, dejando un suave e inocente beso en estos pero que aun así causó un violento sonrojo de parte de los dos.

-Es una promesa.

*

-Apúrate, Chanyeol, quiero llegar antes de que se haga demasiado tarde y mi madre me regañe por pasármela jugando videojuegos contigo.

-Pero si sabes que te quedaras a dormir, siempre lo haces.

-Es que necesito que el tiempo me rinda para todo como jugar, comer y dormir.

-Te estas olvidando de la parte más importante. El tiempo que debes dedicarte a mimar a tu novio.

Chanyeol se acercó al chico, tomando su cintura para poder apegarlo a su pecho sin dejar de caminar. Una boba sonrisa se dibujó en los labios del mas bajito antes de recibir un beso en una de sus mejillas.

Desde aquel día en que se conocieron por accidente se volvieron inseparables, amigos y luego novios en la adolescencia. Eran felices juntos y ambos agradecían, que Chanyeol fuera tan torpe para tirar el balón a su casa, cada vez que se encontraban en los brazos del otro siendo cubierto por besos.

Los dibujos de BaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora