Emptiness #1

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ATENCIÓN: Esta es una escena extra del último capitulo de mi fanfic de FloweyxRender, Emptiness (Capitulo 13). Están advertidos del posible ataque de spoiler. Léanlo bajo su propio cuidado. También se les advierte que podrían sentirse tristes, enojados y con posibles ganas de matar a la escritora. No será la primera vez que vean un One-shot de este tipo. ¡Que lo disfruten! 

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Una joven muchacha de cabello castaño, largo hasta la cintura, de ojos color chocolate, se encontraba sentada sobre un acantilado junto con un esqueleto de baja estatura, bromista y vago. Era de noche, ambos hablaban animadamente bajó la luz de la luna. El esqueleto, de nombre Sans, había tocado una canción para la dulce joven de sonrisa radiante y ésta última, de nombre Elena, se había maravillado con su música.

Tanto así que hasta había provocado unas leves lágrimas por su parte.

- Fue... hermoso. Me trajo tantos recuerdos. - Dijo, Elena, mientras alejaba la esquelética mano de su acompañante de su rostro. Se había tomado las molestias de secar sus lágrimas. - Disculpa, soy muy sentimental. -

- Descuida, niña. Me alegra que te gustara. -

Tan concentrados estaban en la mirada del otro, en aquel bello momento, que no habían notado que alguien los observaba. Más específicamente, una flor de pétalos amarillos. Aquella flor se había peleado con la joven de cabellos castaños. Se había "ido" de su casa después de gritarle pero en realidad, tan curioso como siempre, decidió espiarla lo suficiente como para poder seguirla hasta donde se encontraba ahora.

Y allí estaba. Observándolos, espiándolos, escuchando su tan animada conversación.

«No es nada personal», se excusaba. «Solo es mi deber», se convencía.

- Esa canción dice muchas cosas. ¿Así es como te sientes? - Logró oír de la voz de la que fue su amiga hasta esa noche.

- Eso no importa, ¿Si? - La joven se había desconcertado. ¿Cómo una canción tan profunda, llena de sentimientos importantes, no iba a importar? Para ella, era algo imperdonable. Pero para la flor, era estúpido.

«Solo quiere hacerse el importante. Estúpida basura sonriente...», pensó la flor, de nombre Flowey, haciendo muecas de enojo y burlándose internamente de aquel esqueleto con insultos que no podría mencionar en este relato.

Pero se distrajo. No puedo prevenir las acciones de ella, quedando sorprendido por lo que sus ojos estaban viendo.

- ¿N-Niña? -

Él no era el único que estaba sorprendido. Elena era fugaz, impulsiva. Nunca, ninguno de los dos, hubieran imaginado que ella tomaría el rostro del esqueleto para gritarle mil y una cosas sobre lo importantes que eran los sentimientos de éste.

- ¡Claro que importa! ¡Tus sentimientos importan y son hermosos! -

- Niña... -

Si Flowey hubiera tenido sangre dentro de su cuerpo en esos momentos, ahora estaría hirviendo. Por supuesto que no lo admitía, pero dentro, muy en el fondo, comenzaba a sentirse... extraño. Molesto, más que nada. ¿Por qué? ¿Por qué cada vez que veía un contacto entre esos dos, tenía ganas de matar a medio mundo? No le importaba la joven y menos el esqueleto. Pero sabía sobre los sentimientos de éste último hacia la que fue su "amiga" hasta que, esa misma noche, le había dicho que no quería ni oír su voz.

- A veces parece que nos conocemos de hace años, porque tú logras entenderme como yo a ti. Te has vuelto muy querido para mi, Sans. Así que no digas eso de ti mismo. Tú importas. -

Pero ahora que la oía, dedicándole tales palabras a un simple esqueleto, sus deseos de interrumpir tal momento entre ambos, crecían.

- ¿Por qué? - Elena se vio confundida. - Soy un monstruo, Elena. No sabes nada de mi. -

«Deja de hacerte el modesto, idiota», no soportaría más tiempo escuchando tales cursilerías. Pero solo era un espectador y así debía mantenerse.

- No eres un monstruo. No, bueno, comprendes lo que quiero decir. Eres un esqueleto maravilloso que siempre esta apoyándome. No te escondas. -

Si seguía observando vomitaría de tanta cursilería en tales palabras. Quería que ese momento terminara para poder irse. Pero, lo que la flor no sabía, es que aquel momento terminaría más rápido de lo que esperaba. Al volver a dirigir la mirada hacía ambos individuos, una extraña sensación lo invadió.

Justo cuando la joven iba a soltar al esqueleto, éste tomó una de sus manos obligandola a no soltarlo y haciendo que su distancia se acortara.

- No... -

Tanto Flowey como Elena quedaron estáticos. Elena por el repentino movimiento del esqueleto y su mirada tan fija en ella, y Flowey por saber lo que planeaba éste. Era más que obvio. Habría que ser un idiota, según él, para no darse cuenta. Sus deseos de detener lo que sus ojos contemplaban habían crecido. Pero no podía. No podía detenerlo. No podía entrometerse. Ya que, tenía otros ojos sobre su persona observándolo, vigilandolo. Y sería impropio de su parte actuar de tal manera.

La distancia fue acortándose más. Los segundos que pasaban, eran eternos. Y entonces, sucedió. Ninguno de los presentes detuvo la acción de los hechos.

Esqueleto y humana, unidos en un suave y tímido beso. Algo que ninguno de los dos esperaba, estaba sucediendo.

Y una flor, espectador de tal acto amoroso, silencioso ante ambos. Solo. Solo... No. No estaba solo.

"Esa es su debilidad. Vayámonos de aquí."

Su acompañante habló y tuvo que obedecer para apreciar, como último recuerdo de la noche, como la joven sellaba su destino con la acción de un simple beso. Mientras que él se alejaba de ella, llevándose consigo una sensación extraña para un ser incapaz de sentir.

Quizás la sensación de que había perdido algo. Algo importante para él.

Pero nunca lo sabría. 

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No me odien pero tenía que mostrarles esto (?)


Y el Sanslena vuelve a triunfar :v


RocioNBlue

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