Capitulo uno.

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Jungkook entró en la opulenta habitación y esperó impacientemente a que lo recibieran. Sus dos guardaespaldas situados de pie discretamente detrás de él. No tuvo que esperar mucho. Jeon Jeongguk era el presidente de una corporación multimillonaria a una edad extremadamente joven, 23 años. Su cara aparecía en las noticias prácticamente todos los días, y la propietaria estaba extremadamente nerviosa de tenerlo caminando en su tienda un sábado por la mañana.

- Señor Jeon. -, murmuró, inclinándose ligeramente -¿En qué puedo ayudarle hoy?

Lo miró mientras el hombre bien vestido echó una ojeada a su alrededor casualmente. Llevaba una sencilla camisa azul con botones y unos pantalones de vestir de color marrón claro. La mujer estimó que su cinturón y sus zapatos probablemente costaban más que los diamantes que ella llevaba en sus orejas.

- Estoy buscando un nuevo hobby-, dijo, con una mano palmeando contra su pierna distraídamente. Sus ojos de un profundo color negro puestos en ella.

- Tengo entendido que vendes mascotas por aquí.

La mujer asintió. Su negocio consistía en un gabinete de servicios de escolta, pero su verdadero dinero provenía de vender mascotas o esclavos humanos. No era raro para la gente rica poseer algunas mascotas, pero nunca había oído que Jeon tuviera alguna. Sus padres murieron algunos años atrás, y estuvo obligado a continuar el negocio de la familia. Nunca ha sido visto en fiestas o teniendo alguna cita, y parecía que su solitaria vida finalmente lo había capturado.

- Por supuesto, señor Jeon. Solo vendemos los mejores. Me alegro de que te dirigieran a nosotros. ¿Le importaría seguirme?

Asintió ligeramente, y la mujer lo guió atravesando una puerta, a un largo pasillo, hasta que alcanzaron una ala de la tienda en la que albergaba el material que él buscaba.

- ¿Tiene alguna preferencia que debamos saber?- Preguntó mientras lo sentaba en una cómoda silla y cabeceaba a un sirviente para que trajera pastas y te.

Se sentó en la silla, sacudiendo su cabeza impacientemente. Los guardaespaldas se situaron en las dos puertas de la habitación.

La mujer suspiró internamente. El chico no parecía muy entusiasmado. Se preguntó si había decidido adquirir una mascota por propia voluntad o porque alguno de sus socios se lo había propuesto.

- ¿Ninguna? ¿Hombre, mujer, joven, viejo, gordo, delgado? ¿Rubio, moreno, pelirrojo?

Jungkook se movió nerviosamente.

- Bien: hombre, joven, delgado. Simplemente enséñame lo que tienes.

La mujer lo miró una vez, pensando rápidamente. Pensó en la selección que tenía que mostrarle y decidió traer tres candidatos. El sirviente llegó con lo mandado, y ella se dio cuenta de que se situó cuidadosamente lo más lejos posible de Jeon para no enfrentarse a los duros ojos de sus guardaespaldas. La chica lo empujó a un lado y le ordenó que trajera los chicos que había escogido, uno a uno. Gracias a dios que ya habían sido aseados para el día. No estaba acostumbrada a tener clientes a esas horas de la mañana.

Después de un corto período, las luces de la habitación se oscurecieron. El escenario de la habitación estaba iluminado, y la primera mascota salió.

Jimin era un buen espécimen. Tenía 17 años y era simplemente hermoso. Su cabello rosa se agitaba detrás de él mientras andaba hacia el escenario, llevando solo una simple y delgada toga que sirvió para acentuar su cuerpo y también para esconderlo, y un collar con el nombre del establecimiento. Lo poseían desde hacía unos dos meses, y la única razón de que aún estuviera ahí era que su precio era muy alto. Pocas personas tenían los recursos para comprarlo, pero Jeon estaba definitivamente en esa categoría.

Taehyung, mi mascota.. (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora