Childhood

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Jimin pov.

Salí de mi clase de contemporáneo corriendo como si mi vida dependiera de ello, y realmente lo hacía, necesitaba llegar al partido de mi Hyung a como diera lugar.

Entré en los vestidores casi a tropezones y me cambié rápidamente, salí corriendo hacia el auto, entonces escuché un fuerte chirrido y el sonido de un claxón.

-¡¡Muchacho, ten más cuidado!! - un señor realmente molesto comenzó a gritarme por la ventana de su auto.

- ¡Realmente lo siento mucho, señor. Prometo tener más cuidado! - hice una pequeña reverencia realmente apenado y me dirigí nuevamente hacia mi auto.

Saqué las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta, lancé mi mochila en el asiento del copiloto y encendí el auto.


Yoongi pov.

Estaba calentando antes de comenzar el partido. Sentía que el corazón se me saldría del pecho, estaba nervioso y emocionado, aunque llevara más de 13 años practicando baketball, el sentimiento antes de un juego nunca había cambiado.

-¡¿Listos chicos?! - gritó el entrenador eufóricamente entrando en los vestidores del gimnasio, se escuchó un ¡si! por parte de todos los jugadores incluyendome - ¡Bien! ¡Vamos con todo muchachos!

Todo mi equipo salió a la cancha, escuchando los gritos de todos los presentes animándonos, eramos el equipo profesional de la universidad de deportes a la que asistíamos.

Comencé a buscar con la mirada entre los espectadores, mi corazón comenzó a estrujarse del pánico y miedo al no poder encontrarlo.

- ¡¡¡¡Hyung!!!! - un grito desgarrador lleno de euforía y posiblemente más agudo de lo que esperaba hizo que dirigiera la mirada hacia donde provenía, y entonces... lo ví, mi pequeño si había venido.

Mi pequeño estaba pegado a la barandilla de las gradas del segundo piso, sosteniendo un gran letrero con mi nombre y el de mi equipo, tenía una gran sonrisa en su rostro, y como siempre, fue inevitable el contagiarme de ella.

Sentí mi corazón explotar de la felicidad, siempre que veía al pequeño asistir a mis partidos me sentía de esa forma, Jimin siempre había asistido desde que empecé a jugar a los 7 años.

- ¡¡Min Yoongi!! - se inclino más sobre el barandal y por un momento realmente temí por la vida de mi dongsaeng - ¡¡Eres el mejor!!

Dicho esto sin pensarlo dos veces me dirigí hacia la cancha para comenzar el juego, ahora me sentía completamente seguro gracias a la presencia de mi menor.

Para ambos, la compañía del otro siempre nos había dado fuerza; al pensar esto fue que recordé aquella tarde en la que Jimin había encontrado su pasión, al igual que yo dos años atrás de esto, ese sentimiento de calidez y orgullo invadió mi corazón nuevamente.

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-¡Jiminnie, no corras! - Yoongi estaba tratando de alcanzar al pequeño que al bajar del auto empezó a correr desenfrenado hacia su nueva academia de baile.

-¡Hyung, date prisa! - chilló el pequeño con emoción quien volteó y le dedicó una gran sonrisa a Yoongi.

-Jiminnie, ya estoy viejo para estas cosas - decía jadeante mientras trataba de recuperar el aliento, porfin había alcanzado al pequeño.

The Perfect Two | ~Yoonmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora