No podía formular ninguna palabra.
-Aún sigues igual de hermosa.-continuó hablando. Pero yo aún no sabía que decir.- vamos Sam, al menos un Hola me puedes decir, ¿no?
-Hola..-dije finalmente.
-Lamento la tardanza. El tránsito estaba horrible.-se disculpó.
-No hay problema..-aclaré mi garganta. - ¿Qué se te ofrece Ithan?- cambié el tema.
-Vine a ver como iban mis planos para la villa que pedí. -me explicó.
-No tengo idea de que hablas y supongo que eso lo hablaste con alguno de mis socios, así que no creo que pueda ayudarte.
-Pues lo sé. Pero hice que me pasaran contigo.-confesó.
-Pues yo no tengo tiempo. Ya iba de salida.-dije empezando a recoger mis cosas. Tomé mi bolso y me dirigí hacia la puerta para salir de la oficina.
-¿Me dejarás aquí? Veo que sigues igual de grosera. - dijo poniéndose se de pié. Di media vuelta y le di una bofetada.-Hey!- se quejó.
-Bien merecido te lo tenías. No sabes nada de mí. No me conoces. Cambié. Y si no te quieres quedar sólo sal de la oficina, ya te dije que no tengo tiempo. -dije y salí rápidamente de allí. - Cuando salga el joven, cierras la puerta y que nadie entre. - le ordené a mi secretaria y salí hacia el parqueo. Cuando llegué el chófer me estaba esperando.
-Buenas tardes señorita. -me dijo amable y con una sonrisa amistosa.
-¿Cómo estás, Owen? - le pregunté al tiempo que ambos ya estábamos en el auto.
-Bien. ¿Y usted?
-Ya te he dicho que nada de usted. Me puedes decir Sam. Y estoy bien.
-Me alegro por usted...digo, por ti, Sam.- se corrigió al instante.
Luego de unos 10 minutos llegamos a la construcción.
-¿Me traes mi auto?- no se a que hora termine.- por favor.- le pedí.
-Claro. ¿El deportivo rojo?
-Sí. Luego puedes irte a casa.-le dije a Owen. Me bajé del auto y me topé con el ingeniero.
-Que bueno que ya llegaste.-me dijo ¿desesperado? - los dueños de la casa están furiosos, y han pedido hablar contigo más de 10 veces. Están por allá. - me los señaló. Estaban de espaldas así que no los vi bien.
-Bien. Iré a hablar con ellos. - dije. Me extendió unas carpetas, mientras caminaba hacia mi destino vi una ambulancia a lo lejos, luego empecé a ojear los papeles.-Buenas tardes soy la arquitecta. - dije una vez que llegué a mi destino, aún mirando los papeles.
-Hasta que por fin. - dijo una chica.-Hey empleada mirame.-dijo grosera. Aparté mi vista de los papeles y la mire fijamente.-Quiero que me expliques donde está el gimnasio que pedí.-siguió con su actitud de Florecita.
Yo solo escuchaba atenta.
-Responde!- dijo finalmente.
-A ver.. señorita... diva. - dije enojada y haciendo énfasis en la "a" de señorita. Si hay algo que no me gusta son las chicas así. -Primero que todo, sé que soy una empleada, pero eso no le da derecho a tratarme a su antojo. Segundo, su gimnasio está dentro de la casa, tuvimos que colocarlo allí porque su novio lo pidió así. Y tercero, si usted o su cuerpo plástico no quieren que desbarate ésta casa, mejor empecemos a tratarnos con respeto.-dije aún en mi tono calmado.
-¿Pero tu quién te crees?!- dijo Histérica.
-Me creo la arquitecta que está haciendo su castillo de princesita. - dije seria. Escuché como algunos de mis trabajadores reían por lo bajo detrás de nosotras.

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Querido Desconocido [Silentium II]
VampiroEstá es la segunda parte de la saga Silentium. Cuando te enamoras de un humano, las cosas pueden ser difíciles. Cuando te enamoras del ahijado de tu padre, pueden ser un poco más duras. Pero cuando te enamoras del chico incorrecto no hay salida.. "C...