Cuando uno piensa en Japón enseguida recuerda la gran cultura que este posee, como sus paisajes, sus danzas, sus costumbres, etc. Entre estos se puede destacar los distintos festivales que celebran a lo largo del año. Entre estos el festival de verano. Era una bonita celebración de la época que todo mundo debería tener la oportunidad de disfrutar alguna vez.
Por esa misma razón Yuuri decidió llevar a Yurio y a Viktor.
Estos dos habían llegado de sorpresa una semana antes ambos con una maleta cada uno, al menos eso anunciaba que se quedarían por un corto periodo de tiempo comparado a otras veces. Viktor, como siempre, saludando a viva voz a los presentes mientras que Yurio solo dio la excusa de que vino para que el mayor no hiciera las estupideces de siempre y que quería volver a las aguas termales.
-¡Mentira~! ¡Tú dijiste que querías ver a Yuu...!-. El ruso albino no pudo terminar su frase debido a una patada voladora marca Yuratchka.
-¡Viktor! ¿Estás bien?-. Los Katsuki corrieron a ver al ruso esperando que no estuviera herido, después de todo era gracias a él que el turismo aumentaba el doble.
-Tsk, no se preocupen por él, es un vejestorio resistente-. Siseó el rubio acomodando su cabellera.
-No deberías ser irrespetuoso con tus mayores Yurio-. Comentó Yuuri acercándose con timidez.
-No me llames así cerdo, ¿Dónde dormiré?-. Se quejó frunciendo el ceño, el de gafas solo suspiró ante su actitud y luego sonrió.
-Extrañaba escucharte así de maleducado-. Yurio se sonrojó y trató de disimularlo desviando la mirada.- Vengan ambos, les mostraré dónde dormirán...
-¡Yo dormiré con Yuuri!-. Gritó Viktor lanzándose a abrazar al japonés, en tanto Makkachin ladraba contento.
-¡Para atrás frentón! ¡Si tu duermes con él, entonces yo también!
-¿E-Eh?
-Eso no sería posible, yo soy quien tiene el anillo-. Argumentó el albino mostrando su mano con un reluciente anillo dorado. En vez de decir algo más Yurio desvió la vista al suelo triste y molesto preocupando al de gafas.
-Ninguno de ustedes dormirá conmigo, tenemos espacio para ambos, vamos a dejar sus maletas para que vayamos a las aguas termales-. Dicho esto tomó la maleta animal print del ruso menor sonriéndole con ternura antes de comenzar a caminar con el menor, ahora más feliz, a su lado.
-¡Eso no es justo! ¡Yuuri~!
Al rato, luego de un delicioso Katsudon cortesía de una sonriente señora Katsuki, los tres estaban tomando un relajante baño en las aguas termales junto a la cascada. El japonés agradecía que aquel par ahora estuviera más tranquilo, ahora el problema era el poder mantenerlos así al menos por los días que se quedaran allí. Cerró los ojos un momento dejando que el agua caliente y el vapor a su alrededor le envolviera para así pensar mejor en un estado de relajación. Ya habían visitado la casa ninja, podrían visitar las playas ahora que era verano... verano...
-¡Lo tengo!-. Para cuando se dio cuenta estaba de pie mostrando sus partes nobles con los otros dos mirándole extrañados. Sonrojado hasta las orejas se volvió a sumergir en el agua cubriéndose con rapidez.
-¿Qué es lo que tienes cerdo?-. Preguntó curioso Yuri un tanto sonrojado, ya si fue por la escena o por el agua no se sabe.
-S-Si, lo siento-. Tosió un poco antes de sonreír con suavidad.- Este fin de semana hay un festival de verano y quisiera llevarlos para que conozcan un poco más.
-¡Amazing!-. Gritó Viktor aplaudiendo muy emocionado.- Yo quiero ir, seguro sería interesante.
-Paso-. Dijo el rubio cruzando los brazos.
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El Hilo Rojo Que Nos Une
FanfictionEl hilo rojo es una leyenda que crea esperanza en aquellos corazones anhelantes de amor y a aquellos que buscan estar conectados con aquella persona especial a la cual aman. Muchos buscan por muchos años el otro extremo del hilo, también hay quienes...