Capítulo 1

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Luego de dejar la carta en el buzón de Elián, llegué al parque donde lo había citado. Aún no sabía qué le iba a decir, ni qué hacer, mucho menos recuerdo muy bien lo que decía la carta.

Hoy por la mañana mi madre me dio lo que parecía ser la última carta de Elián, decía que se iba a New York sin regreso. En ese momento supe que tenía que hacer algo, ¡la carta me la había mandado hace semana y media!

Había pasado dos horas sentado bajo el árbol donde Elián siempre se ponía a leer. La tristeza me inundo al pensar que ese castaño de ojos claros se había marchado. Suspirando me levanté y una solitaria lágrima se escapó de mi ojo. A pesar de no hablar con él, lo extrañaba. Lo extrañaba demasiado.

-Perdón por hacerte esperar mucho, llegué a casa apenas unos minutos.

Ahí estaba él. Con su cabello despeinado, sus mejillas coloradas y su respiración acelerada por correr. Le sonreí.

-Pensé que ya te habías ido.

-Si bueno, la carta decía que en dos semanas. Me tomó por sorpresa el que me hayas contestado.

Estaba nervioso. Eso me hizo sonreír aún más.

- ¿Te gustaría sentarte conmigo a platicar?

-Claro.

Nos sentamos bajo el enorme árbol observando el atardecer. Podía sentir su mano cerca de la mía. Podía sentir como mi corazón se aceleraba cada minuto. Podía sentir como sus nervios aumentaban cada vez que lo miraba a los ojos.

Podía sentir como me enamoraba más de él cada segundo que pasaba.

- ¿Cómo supiste quién era?

-Dejaste pequeñas pistas. Ese día en el gimnasio te vi detrás de las gradas, parecías muy asustado que pensé en acercarme. Vi la nota que habías dejado y cuando volví ya no te vi. Trate de encontrarte los días siguientes entre clases o en la cafetería, pero era como si hubieras desaparecido; como si no quisieras que te encontrara.

Después de eso ninguno dijo palabra hasta que oscureció y cada uno se retiró.

1. CRUSH (#LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora