Capítulo 2

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¿Quién es?

Sentía como Ale-Key caminaba sobre mi cama mientras ronroneaba, ese gato era la perfecta mezcla entre mascota, despertador y consejero. Ya era hora de levantarme y empezar un nuevo día, era domingo así que debía de dar por terminado el fin de semana, no tenía nada importante que hacer ni tarea pendiente, y como era fin de semana me correspondía ir al café y distraerme un poco como es de costumbre.

Ya había terminado todo lo que una persona hace por las mañanas y continúe por ir a despedirme de mis abuelos para tomar mi camino e irme. Tengo la costumbre desde que tengo unos doce años de ir al Café Bohemia, un excelente lugar muy tranquilo y acogedor para cualquier amante de los libros junto con un buen café.

No pude evitar respirar profundo al salir de casa, amaba el aire frío de cada mañana en Autumn, el lugar más perfecto sobre la faz de la tierra o eso es lo yo pienso. Deje atrás a mi gato para emprender mi paseo. Las calles estaban casi desiertas, pero que se podía esperar era domingo.

Mientras recorría mi camino aprecie la gran cantidad de hojas secas que se hallaban en la calle, eso significaba que el invierno llegaría a Autumn pero de igual forma este prevalecería con su espléndido color naranja como era de costumbre.

Solo fue cuestión de segundo de que notara la existencia de una chica a varios metros de mí y por lo visto tenía en mente lo mismo que yo. Aquella castaña se había detenido justo enfrente del Café y en efecto había entrado. Se me hacía extraño, ya que antes no la había visto por estos rumbos.

No dude en continuar mi recorrido, al entrar no pude evitar escuchar la campana que suena cada vez que alguien entra al local, dirigí la mirada hacia la dorada campanilla y luego seguí al mostrador y salude a Mónica.

-Llegaste muy temprano hoy. –comentó regalándome una pequeña sonrisa.

-Discúlpame, por no cumplir mi horario. –no podía desaprovechar la oportunidad de ser sarcástico. –Es que no tengo nada que hacer, así que preferí venir para acá.

-Tranquilo, aquí esta lo de siempre. –dice pasándome el café que me correspondía cada fin de semana.

-¿Mónica yo puedo hacerte una pregunta?

-Claro, adelante.

-Bueno... en realidad son dos.

-Adelante pregunta.

-¿Tú sabes quién es la chica que llegó mucho antes de mí? –pregunté dirigiendo la mirada hacia la castaña.

Mónica miró a la chica de manera disimulada y luego me susurro.

-Es nueva, llegó ayer. ¿No crees que alguien debería de darle un recorrido por el condado?

Me extraño su propuesta. No evite congelarme, pero supongo que una amiga mas no es malo.

-Te tomo la palabra... pero... ¿Ahora dime dónde están mis lentes?

-¡Artie! –rio. -Tú no cambias. –dijo pasándome las gafas.

-Y por eso me aprecias. –comente colocándome mis lentes que solo usaba para leer.

En efecto una vez colocadas mis gafas di un sorbo al maravilloso café de Mónica, dice que la receta es secreta pero no le creo, sé que la magia es gracias a la máquina. Camine lento para así estudiar los pasos de la castaña desconocida.

Podía notar que estaba algo desorientada, observaba todo con cautela, se me hizo extraño ya que la mayoría de las chicas de Autumn no se les puede encontrar en este café. No dude en brindarle mi ayuda para que no siguiera perdiendo el tiempo y eligiera de una vez algún libro.

-Te aconsejo leer cien años de soledad. –comente estando a sus espaldas.

Ella no evitó voltear por curiosidad a ver quién le hablaba.

-¿No dirás nada? –pregunte pasando mi mano frente a mi cara a lo cual ella solo pestañeó confundida.

-¡Ah!, ¿Qué?

-Te recomiendo ese. –señale con mi dedo índice un libro verde.

-Bueno... lo tomaré. –dijo aún más confundida.

-Te gustara, fue uno de los primeros que leí aquí. –comente dando una vuelta con los brazos extendidos.

-Disculpa, ¿Quién eres? –pregunto curiosa.

-Solo llámame el chico de los libros. –dije divertido y me fui así de simple para dejarla con la intriga de mi verdadera identidad.

AUTUMN: De regreso a lo que fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora