Cuestión De Tiempo.

¿Un nuevo integrante?

 Y así pasaron los acontecimientos luego del gran error cometido por la kunoichi al ejecutar su plan, cosa que no fue más que solo mala suerte y de donde ella sacaría provecho. Nada iba a impedirle vengarse y usaría todo lo que estuviese a su disposición para hacerlo; usar a Garu para ello fue inesperado pero eficiente. El cielo nocturno era adornado por infinidad de estrellas que brillaban para la gente de la aldea que por ahora se veía calmada, por ahora. La kunoichi rápidamente se llevaría a Garu hasta su guarida, no quería que la vieran con tal persona pues comenzarían a sospechar del porqué ambos estaban juntos por ahí de noche en la aldea, eso era más creíble para los tórtolos que ahora disfrutaban de su cena romántica luego de que el humo de la bomba que ella había lanzado se disipara. Luego de que Tobe tuviera aquel cambio drástico era raro que pasaran cosas fuera de lo común en la aldea, aquel rollo de la poción fue lo último, o eso pensaba la gente pues nadie sabía sobre el plan de Jing Jing y lo que vendría más adelante.

—¿A donde vamos? Dulzura...~—Le preguntó el azabache a la kunoichi mientras esta lo guiaba tomado de la mano por los tejados de la aldea rumbo a su guarida.

—¡¿Dulzura?!—Jing Jing se sobresaltó gracias a aquellas palabras que Garu le había dicho lo cual hizo que perdiera el ritmo de sus saltos y arrastrara a ambos al suelo. Por suerte unos arbustos les amortiguaron la caída un poco.

Aunque hubiera sido fácil para Garu volver a acomodar sus pies en el próximo tejado y llevar consigo a la kunoichi en brazos cual princesa, el efecto de la poción lo hizo dejar de moverse en el aire para que ambos pudieran caer al suelo pero su instinto ninja era tal que aún podía hacer una gran hazaña a solo centímetros del suelo. Tomando a Jing Jing entre sus brazos le dio un giro a su propio cuerpo para que el quedara debajo y recibiera el impacto de la caída y así ponerla a salvo a ella.

—¡Kyu~!—Aquel fue el único ruido que salió de los labios de la kunoichi al caer sobre el ninja.

—¿"Kyu"? ¿Acaso podrías haber hecho otro sonido más tierno que ese?—Comentó Garu tras escuchar aquello.

—¡C-Callate¡ No estas en posición de decir eso... Aún...—Reprocho las palabras del ninja como si de una niña pequeña se tratara.

—Tú tampoco estas en posición de hacer ruidos como esos, ¿No podías esperar al menos estar en un sitio más cómodo que unos arbustos?—Dijo el ninja con una sonrisa un tanto pícara en sus labios.

—¿Uh...?—Balbuceo ella confundida.

Era cierto lo que él decía, la kunoichi no estaba en posición de hacer esos ruidos pues estaba justo sentada encima del abdomen bajo de Garu, era evidente el porqué él había resaltado eso, no hacía falta ser del todo perverso para entenderlo. Hubo un silencio luego de aquello, en ese corto período de tiempo la kunoichi se dio cuenta de como estaba sentada encima de él y de inmediato reacciono levantándose, cubriendo su cuerpo y desviando la mirada del ninja.

—¡No fue a propósito...! ¡Tú me hiciste caer así!—Reprocho con el rostro adornado de un color carmesí.

El ninja rió ligeramente al escuchar aquello mientras se levantaba del suelo y sacudía su ropa, estaba lleno de hojas.

—No te hiciste daño, ¿Verdad? Eso es lo que importa.—Respondió el azabache.

—Ah... Esto... Pues gracias...—Dijo ella luego al darse cuenta del giro que habían tomado los acontecimientos mientras aquel rojo de sus mejillas se hacía un poco más notable y no porque estuviera avergonzada.