Un día mas

42 4 2
                                    




  Fue una noche de lluvia yo estaba sentado junto a la hoguera tomando un caffe y leyendo un libro, tapado con mi manta para poder sobre llevar el frió del invierno. Al mirar por la ventana tenia al cerro piltriquitron pintado de blanco, la soledad y la paz que me vinieron a mi memoria esa noche fueron como ningún otro día. Aun así tenia que acostarme temprano para empezar el día siguiente de la mejor manera, al amanecer el silencio era casi increíble ni un perro ladrando, ni un auto pasando, los focos de alumbrado aun prendidos y el cielo tirando aclarar corrí la cortina para ver el cielo y afuera estaba todo blanco, la helada lo había pintado todo por un rato, cuando se levanta toda esa helada es cuando no hay que estar afuera ese vapor helado te mata los pulmones pensaba, ya me había pasado una vez de salir tarde para el trabajo y que me agarre la helada levantándose, no solo que hace frió sino que parece que llevas viento contra, de todos modos me levante desayune algo y salí en la bici pedaleando rápido para entrar en calor. Al llegar al trabajo no había nadie, por un segundo pensé que era un día feriado o algún día festivo y como siempre no me había enterado hasta tener algún contacto con la realidad. Pasaron unos cuantos minutos hasta que apareció willy, y me dijo:

- Que paso maquina te levantaste temprano hoy?.

- Siempre gordo siempre me levanto temprano.

- Menos mal por que el gerente ya anda diciendo que esta cansado que llegues tarde.

- Y que onda vos, sos hijo del gerente.

- Sos bien atrevido pendejo, ponete la pava para tomar unos mates.

- Anda gordo si vos tomas agua caliente con azúcar.

Agarre la bici y la fui a guardar al deposito, no pensaba tomar mates con el tipo ese lamentablemente en todos lados existe la persona que se dedica a estar observando lo que hacen los demás para ir y contárselo a otra persona en este caso al gerente. Al comienzo del día tuve que ordenar la parte de arriba del deposito. En el terreno de al lado que ocupaba dos esquinas estaban montando un circo bastante grande, me quede mirando pensando en cuanta gente trabajaba en el circo, desde ahí arriba se veían las personas diminutas como hormigas, de pronto escuche un ruido a bajo, era un carro que entraba vació, ya conocía su sonido, fue cuando guarde todo,  fui a la escalera para bajar y vi al gerente pisar el primer escalón.

- Che pibe falta azúcar en la góndola, vos que acomodaste arriba no viste algunos paquetes.

Mire hacia atrás y no recordaba un carajo de lo que había hecho, pero gracias a mi buena vista logre divisar en el fondo un palets con azúcar.

- Si acá hay azúcar, la bajo?. Le pregunte sin sentido de preguntar, solo para mantener mi personalidad burda y con inocencia.

- Si,  rápido apúrate que antes de las once quiero esa góndola llena. Me dice el gerente de mala manera.

Sin replicar me di vuelta y volví a buscar los paquetes,agarre cuatro y me puse dos de cada hombro, al llegar a la góndola la vi totalmente quebrada, sin un solo producto en su orden y vi que tenia mucho trabajo por hacer, de todos modos era miércoles y llegaba la carne, sabia que iba a tener que ir a cargar así que me hice el sota y me quede en la góndola viendo si podía safar de ir a cargar 170 cajas de diferentes cortes frizados entre tres compañeros, safar aveces no esta escrito en nuestro destino, cuando iba por la mitad de la reposición, pasa el gerente y me dice.

- Pibe llego el camión de la carne, anda a ayudar a descargar, cuando terminan seguís con eso.

Sin decir nada me levante y fui para el deposito, apenas terminamos de descargar todas las cajas; miro la hora y estábamos pisando el medio día era la hora de la comida, una hora para almorzar, hoy salgo a las dos y entro a las seis pensaba sabiendo que mi cuerpo ya estaba cansado y solo llegamos al mediodía. Al terminar de comer y charlar con mis compañeros con los que compartía el almuerzo, me dirigí al deposito,eran cerca de la una y cuarto, allí estaba el gerente fumando un cigarro apoyado en un palets de alimentos para mascotas, me miro y no dijo nada, eran cerca de la una y media sabia que faltaba poco para salir, mire el deposito que era un desastre y fui a terminar la góndola del azúcar, finalmente cuando la termine faltaban diez minutos para salir; pero me quede frenteando la góndola de enfrente, habían harinas y dulces al fondo sin verse, cuando finalmente llego la hora de irme miro la góndola, estaba armada y se veía completa, mi mente se lleno de orgullo,sabia que al salir por esa puerta no iba a volver al mismo trabajo. Este era el fin de mi carrera en un supermercado después de cinco largos meses. Ahora es el momento de dar un giro y dejar que la corriente me lleve. dejar de nadar contracorriente, ya no mas ahogarme en mis pensamientos.

Historias del que hacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora