V. Sofia & Ágnoia V.

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Cruzamos el mar rojo
una noche sin luna
en una balsa inflada
de esperanzas en penumbra.

Saltamos de isla en isla
por tierra añil y nevada
de mármol y de escarcha,
de molinos y de espadas.
De techos blancos.
Y de negras caras.

Bajo la alta ciudad
conocí a dos gemelas:
Sofía era tímida
Ágnoia era... extrema.
Mis padres lloran y bailan
alrededor de nuestra brasera.

Nos pusieron en un tren
saliendo de Vergina,
saltando alambres de espinas,
sin pensar en nuestro bien.
Me separé de mi familia,
yo acompañé a Ágnoia
y bajo el estigma de Troya,
reencontré a Sofía al fin.

A mi casa, a mi casa le escribo:
Que sepas que no me olvido.
Ni huracanes nucleares
ni lluvias de acidez,
podrán tapar en mi memoria
las rosas de mi niñez.

ΑsteroskopeíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora