E P I L O G O

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Un sábado de marzo en 2017, 3:38 PM, en una casa.

Los días transcurrieron con normalidad, si normalidad o eso quería creer ya que de miércoles para viernes fingió un dolor de estomago horrible para no ver a su jefe en lo absoluto. Mentiría si dijera que no le alegraba que su jefe tenía el mismo afecto que él, pero aun no le caía el veinte de eso unos momentos creyó que tal ves lo que dijo era mentira pero se sentía muy real como para serlo, suspiro por décima vez en esa tarde mientras se echaba para atrás y se recargaba en su silla giratoria.

Comenzó a mover su lápiz de lado a lado y luego círculos escuchando un cover Glow por Suya Limit, saco su celular y vio si tenía algún MSN si lo tenia pero era de quien menos lo esperaría.

El: "Nos vemos en "El Cafe" a las 6:30. No faltes.

Y ahí estaba el mensaje de la persona que abordaba sus pensamientos, se quedó un corto lapso de tiempo en shock y luego reaccionó y vio la hora en su reloj 3:54 tenia tiempo, pero se puso a pensar, ¿era buena idea el ir?. Lo pensó unos momentos y tomó una toalla y se metió para tomarse una ducha. Esto termina hoy.

(...)

Se miró en el espejo de pies a cabeza una camisa de manga larga negra junto a chaleco de color cafe y crema cerrado, pantalones de mezclillacon y unas botas negras con toques grises. Tomó un gorro gris, luego tomó las llaves y su celular guardandolos en sus bolsillos y finalmente salio de su casa hacia el lugar. Después de caminar unos quince minutos llego y barrio con la mirada el lugar en busca del chico de cabello rojizo y lo intercepto sentado en una banca fuera del lugar, por un momento toda esa determinación que tenia se le fue pero respiro profundo y se relajo. Se acercó al chico que estaba jugando con su celular asi que tosio un poco para que notara su presencia.

El levanto la vista de su celular y le mostro una sonrisa.

- Hola - dijo sin más mientras se paraba.

- Hola -respondió alejándose un poco para darle espacio al chico.

Karma lo tomó de la mano y lo guió hacia alguna parte al principio se sorprendió pero después se relajo y entrelazo sus dedos con el, Y así agarrados de la mano tal pareja enamorado se fueron de la cafetería.

Ya era tarde 7:45. Caminaban juntos, con la tenue luz que daba el sol, mientras el bullicio de los carros y motos de fondo. Pero eso no les impide el sentirse solos como si solo estuvieran ellos dos y ya. Como novios de hace años.

- ¿Y para qué me citaste aquí Karma-san? - dijo dandole la espalda estando a unos pasos más adelantados que el pelirrojo.

- Primero mírame -dijo deteniéndose y con el a Nagisa el cual acató la petición y se dio la vuelta para verlo- ¿Que somos? -eso desconcertó un poco a Nagisa y Karma siguió hablando- Ya dije que te quería de manera amorosa y creo que tu igualmente lo haces - eso le saco un pequeño sonrojo al peliazul- pero has estado evitando todas estas tres semanas me eh dado cuenta, todos sabemos que tu irias incluso si tienes una enfermedad mortal y los días que has ido me intentaba acercarme y tú salías corriendo o me ignorabas, asi que te lo repito. ¿Que pasara entre nosotros?

Nagisa medita las palabras dichas por Karma y lo que dirá a continuación.

- La verdad ni yo mismo sé Karma -le sorprendió que no utilizara el "san" al final de su nombre pero no le tomó relevancia- yo aun no capto la idea de que tu tambien tengas este sentimiento por mi -dijo mirando hacia una banca y luego volvió a verlo- lo que tu creas que sea lo mejor. Lo aceptare.

Karma se acerco a el  se agacho. Tiene su cara justo frente a la del peliazul. Ambos sostienen las miradas unos segundos. Unos segundos sin fin. El celeste de los ojos de Nagisa.El cobre de los ojos de Karma. Uno perdido en el otro.

- ¿Puedo hacer algo? -pregunto pegando sus frentes.

- Claro -contesto.

Karma acercó sus labios a los labios de Nagisa, primero un roce y después los junto en un beso rápido. Luego uno más profundo y largo demostrando el amor que le tenía al peliazul. Tomándolo de las caderas y Nagisa solo atinó a agarrarse de su cuello del pelirrojo mientras ambos cerraban los ojos, segundos después se separaron y juntaron sus frentes y cuando abrieron los ojos se sonrieron el uno al otro.

- ¿Y bien? -pregunto Nagisa.

- Seremos novios, ¿aceptas? -respondió acercando su mano a la mejilla rojiza del peliazul.

- Claro -respondió y se dieron su cuerto beso que fue más largo y profundo que el tercero.



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