1. Inicio de la relación : Cuando conocen a alguien que les interesa sienten una alegría, ilusión y entusiasmo desmedido. Fantasean y se crean expectativas de un futuro al lado del otro. Esto ocurre pudiendo haber tenido incluso sólo un par de citas. Aun así, rápidamente muestran su interés por el otro y sus deseos de conocerle.
2. Fase de sumisión : Idealizan a la pareja y se someten a ella, como forma de preservar la relación y evitar así la temida ruptura. El marcado desequilibrio comienza aquí a hacerse patente, adoptando la pareja una posición superior y el dependiente una posición inferior.
3. Deterioro de la relación : El desequilibrio se acentúa enormemente entre ambos miembros de la pareja. El maltrato psíquico y/o físico produce en el dependiente un gran malestar y sufrimiento. Como consecuencia de esto, sus sentimientos de inferioridad e infravaloración se ven reforzados, por lo que al mismo tiempo que baja su autoestima aumenta su necesidad extrema de afecto hacia el otro. Situación que acompañada de un terrible miedo a la soledad, hace que su relación se convierta en un círculo vicioso del cual les resulta muy difícil salir.
4. Ruptura : En caso de producirse la ruptura, lo más frecuente es que la iniciativa la tome la pareja del dependiente. El dependiente tratará de reanudar la relación, a pesar de lo tormentosa y destructiva que le resultase. Producida la ruptura el dependiente emocional padece el síndrome de abstinencia, siendo este el momento en el cual suelen acudir a terapia.
5. Concatenación de relaciones : Son relaciones intrascendentes, sin mucha importancia para el dependiente, que sirven para paliar su soledad. Pueden concatenar este tipo de relaciones hasta encontrar a alguien que se ajuste a su perfil de pareja (fría, hostil, distante). A su vez, pueden ser fruto de un intento del dependiente por suplir la pérdida de su anterior pareja, de la cual no se acordaran en cuanto tengan a otra persona en mente.
6. Reinicio del ciclo : En cuanto el dependiente encuentre a una persona que se ajuste al perfil que busca, el ciclo se iniciará de nuevo. Y con ello, los comportamientos de sumisión e idealización que no se observan en las relaciones de transición.
ellos la solución y no fuera.
EUFORIA:
Fase de ilusión desmedida. El dependiente ha encontrado por fin a la persona que considera idónea, su salvadora, la que le va a liberar de la soledad y, sobre todo, de su malestar emocional. Es el amor ideal, el definitivo, aunque realmente se conocen muy poco.SUMISIÓN:
Ya se ha iniciado en la anterior fase, pero aquí se potencia. El dependiente se mete en una dinámica de sumisión y entrega excesiva como tributo a la otra persona, como medio para consolidar la relación y más adelante para preservarla. Sólo se hace lo que la otra persona quiere, cómo y cuándo quiere.
DETERIORO:
Suele ser la fase más larga. Se agravan los roles asumidos anteriormente. Por un lado la sumisión es muchísimo mayor y por otro la dominación también lo es. Ya aquí el dependiente emocional sufre por estos roles. Ha llegado un momento en el que lo que tiene que aguantar el dependiente es mucho mayor a lo que inicialmente estaba dispuesto. Es aquí donde se ve más afectada la autoestima del dependiente emocional.
RUPTURA Y SÍNDROME DE ABSTINENCIA:
Lo más frecuente, por extraño que parezca, es que quien rompa la relación no sea el dependiente emocional sino la otra parte. Lo hace porque encuentra a otra persona o porque ya le aburre la situación.
Aquí aparece lo que llamamos "síndrome de abstinencia" que es una mezcla de soledad y dolor por la ruptura, y los intentos por reanudar la relación.RELACIONES DE TRANSICIÓN:
Durante el síndrome de abstinencia o poco después, el dependiente emocional puede comenzar a luchar contra su desánimo. Lo hará de la manera que ha estado haciéndolo hasta ahora. Buscará cualquier candidato que esté dispuesto a tener una relación de pareja. Ésto ayudará a disminuir el dolor de la abstinencia y la soledad. Sin embargo, al no ser las personas adecuadas, no llenarán el vacío que sienten y seguirán buscando hasta encontrar al "candidato ideal".RECOMIENZO DEL CICLO:
Recorridas las fases anteriores, el dependiente encuentra a la persona "adecuada" para convertirla en su nuevo objeto. Y aquí vuelve a empezar el proceso con sus fases (euforia, sumisión, deterioro, etc.)