Creep [Terminada]

Abrazos

El sentimiento de miles de murciélagos y arañas dentro de el estaba presente, se sentía bastante bien y hace mucho que no se sentía de esa manera, hace tiempo no quería a alguien de esa manera, no después de lo que le paso a la albina - ¿Quieres hacer algo? - el menor encarnó una ceja - Pensaba llevarte a un lugar...que me encanta ¿gustas? - sonrió de lado mientras asentía, sin tardar ambos se encontraban parados frente, según Marco, era el mejor lugar del mundo.

Deliciosos dulces se posaban en los alrededores, todo tenía un ambiente muy dulce, junto a unos juegos de feria, o al menos así los veía el terrano, esa tarde era fantastica, solo ellos divirtiéndose  - ¡Tom! quiero comer dulces - hablo radiante pues nunca había admirado algo igual, el mayor sonrió mientras conseguían los dulces - esta delicioso - decía mientras devoraba tres gomitas mas - ¿puedo probarlos? - lo dijo en doble sentido mas el menor no lo entendió, así que sin pensarlo espero a que el castaño devorara dos gomitas mas y un beso repentino llego a sus inocentes labios arrancando los dos pequeños dulces de su boca - asi...es mas dulce... - hablo el de cuernos mientras abrazaba al tomate humano que era el castaño.

Despues de pasar una tarde maravillosa era momento de volver, se encontraban en la puerta elegante del palacio, no había tema de conversación el ambiente estaba en en silencio y comenzaba a tornar incomodo, el de cabellos oscuros no sabia que hacer, no deseaba hablar y opto por hacer lo que su corazón mandaba, un abrazo.

Ese abrazo era todos los sentimientos que deseaban decirse, ese beso era la razón por la cual estaban juntos, ese abrazo era la razón que se habían enamorado, el abrazo fue soltado por el de menor estatura, era momento de despedirse, pero ¿cuando volverían a verse?, el mayor no lo sabía y sentía que ese día era como un hermoso sueño que estaba por terminar. Tom sujeto la mano del humano y lo acerco a el, acaricio su mejilla el humano era lo mas hermoso que había visto en su corta vida, a parte de su hermoso físico tenía su tierna y bella personalidad o al menos lo poco que le había demostrado, una actitud humilde tierna, alguien tan especial, su mano aun rozaba su mejilla sonrojada, un beso, así quería terminar esa noche maravillosa mas sus poderes tenían otros planes, el beso los había llevado a las estrellas, literalmente sus cuerpos estaban flotando en lo mas alto, cualquiera pensaría que Marco temeria pero no, no tenía miedo de nada, estaba hipnotizado con esos hermosos tres ojos rojos - No quiero que esta noche termine - susurro al oído del demonio, este se estremeció y acercándose a lo que era su habitación - Quedate a dormir... - no sabía si lo había dicho o lo había pensado, pero su cara se torno roja con los otros pensamientos nada inocentes que su mente adolescente había creado, el mayor asintió mientras por la ventana ingresaban al cuarto, el menor sonrió  y lo abrazo, rápidamente fue a buscar algo para que el mayor usase para dormir, encontro un par de ropas bastante grandes para el así que se las dio, el mayor las sostuvo y no le vio malo, cambiarse ahí mismo, el menor no podía con eso, en la tierra era normal que los jóvenes de su edad perdieran el control, sus hormonas estaban alborotadas y el físico del mas alto no ayudaba, tratando de controlarse estaba mas el demonio si se dio cuenta, no se coloco la prenda de arriba, así que dejando su pecho descubierto se acerco al menor - ¿Te gusta lo que ves? - pregunto picaramente mientras lo abrazaba, no estaba seguro de lo que le pasaba a su cuerpo, comenzaba a sudar y colocarse nervioso.

Al contrario el mayor su sabía lo que pasaba con el castaño pues conocía la biología de los terranos y sabía que este lo deseaba tanto como el también deseaba, sus manos ya no rodeaban su espalda ahora acariciaban con picardía su cintura, las manos del menor, aunque tímidas exploraban el pecho trabajado del mas alto - ¡Marco, ya volví! - la voz chillona interrumpió las caricias y los besos ya nada inocentes, había vuelto.

[Editado]