Pueden llamarme la piedra de la resurrección

Capítulo 3

 Luego de haber tenido una reunión y discutido cómo iban a ser las cosas desde ahora en adelante debían informárselo a Evelia. Todos se encontraban en la sala.

- Debemos decírselo...- dijo Ron mientras jugaba nervioso con sus dedos-.

- Sí... ¿quién lo hará? - preguntó Harry incrédulo mientras miraba a todos los presentes-.

- Agh vamos...si nadie lo hace lo haré yo- dijo irritada Hermionie mientras agitaba rápidamente su melena-.

- ¿Decirme qué? – interrumpí mientras terminaba de bajar lentamente las escaleras, con la vista perdida y mi brazo débil lleno de sangre-.

- AY NIÑA PERO ¡¿QUE TE HA OCURRIDO?! – gritó Molly al mismo tiempo que le ordenaba a Charlie que me cargara hasta el sillón para recostarme allí-.

 Charlie no se inmutó en decir ni una palabra, solo me miraba como si me estuviera analizando, pero pronto su rostro se esfumó de mi vista para ser reemplazado por obscuridad.

Charlie

- Mamá, ¡MAMÁ! Evelia se acaba de desmallar – dije casi desmallándome al lado, lidiar con humanos en estas condiciones no era lo mismo que con los dragones. Ellos eran más fuertes, en cambio Evelia no tiene la fuerza de un dragón y yo al ver tanta sangre sentía que me le uniría al sueño en cualquier momento-.

- ¡Oh no! Charlie, hazme el favor de traer un poco de agua, para cuando despierte - Así mi madre saco su varita para curarla, pero cuando lo quiso hacer su herida se cerró por sí sola.

Los demás no tardaron en llegar y a los minutos ya había más de diez personas a su alrededor.

- ¡¿Pero que?!

- ¿Cómo es posible?

- ¡¡Se ha curado!!

 Me acerqué rápidamente, uniéndome a los demás. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo...ella estaba sin ninguna marca, solo las manchas de sangre en su camisa develaban que había estado herida. No era que me molestara que lo estuviera, pero sin duda me sorprendía, sabía que era poderosa, pero ahora parece indestructible. Quizás sí es parecida a un dragón.

- ¡¡TODO EL MUNDO FUERA!! – gritó mamá y en un siantamén no había nadie en la sala.

- Charlie – dijo en seco mamá apareciéndose por mis espaldas provocándome un sobresalto al punto de gritar.

- ¡Mamá! – dije susurrando fuerte – ¡casi me matas del susto!

- JÁ, pues te voy a matar si no te vas YA MISMO de esta sala.

 Vacilé unos segundos... Nunca había tenido tanto acercamiento hacia una chica muggle. No había notado lo hermosa que era hasta ahora. Dejé su mano a su lado y me fui con los demás. Cuando mamá te da una orden, hay que cumplirla o si no terminaré como George cuando desobedeció.

*Mientras tanto en la cocina*

- Ustedes vieron eso? – dijo Bill.

- Sí...- dijo Ron impresionado-.

- Impresionante... - murmuró Fleur-.

- ¿Con qué se lastimó? ¿Por qué estaba arriba?

- Yo solo sé que –interrumpí en la conversación – estaba ayudando a mi mamá con la decoración de la casa antes de que nos marcháramos a tener la reunión con Kingsle, Arabella, Maxime, Hagrid, Elphias y Emmeline -.

- Toda esa sangre...con ninguna herida...-murmuró apenas audible Hermionie mientras se apartaba en busca de algo-.

- Bueno...las respuestas las vamos a saber cuándo ella escuche su profecía, y para eso hay que llevarla lo antes posible a sala de Misterios – dijo Arthur Weasley-.

- ¿La sala de Ministerios? Pero si la ven empezarán con interrogatorios...-empezó George

- ¿Oíste hablar de la poción multijugos? – interrumpe Ron con una sonrisa pícara-.

- Cómo no recordarla... – rió Harry-.

- Ésa será nuestra entrada-.

- Bien...en cuanto ella esté lista iremos al Ministerio, hasta entonces de esto ni una palabra – confirmó Billy para luego sentarse a esperar la cena-.

 Mientras todos esperaban distraídos mientras charlaban, Charlie fue a echarle un vistazo a Evelia...pero para su sorpresa ella despertó. A lo que él reaccionó llamando a todos.

Evelia

 Ni bien abrí los ojos aparecieron en mi campo de visión muchos rostros inclinados hacia a mí.

- Umm - No pude articular ni una sola palabra ya que tenía la boca seca.

- A ver chicos, córranse por favor- Dijo Molly acercándome un vaso de agua.

- Gracias Molly - Le devolví el vaso - ¿Qué ocurrió? -.

- Te desmallaste por la pérdida de sangre, pero...no parece quedar secuelas de tu herida - Dijo mientras me tocaba el brazo, en el cual no quedaba ninguna marca, ni siquiera me dolía.

- ¿Cómo es eso posible? - No podía creerlo, aunque tenía que ser verdad, ahora que lo pienso...siempre que me enfermaba en cuestión de minutos me sentía mejor, mamá solía decir que era más fuerte que un roble.

- Evelia, tú...- Hermione iba a seguir hablando pero me maree. Fue como si estuviera viendo a...nosotros pero en el Ministerio, en el área de las profecías. ¿Qué es lo que hacemos ahí? Harry sacaba de un gran estante negro azulado una bola de cristal y se sentaba en el suelo, junto a todos nosotros, luego una voz grave sonaba pero...No pude ver más ya que salí de esa escena.

- ¿Estas bien? - Charlie me pregunto para luego tomarme de la mano.

- Es como si tuviera más poderes. Ustedes dijeron que solo puedo revivir a los muertos, aunque... esperen un segundo. ¿Cómo es que ustedes saben todo eso sobre mí? No merezco que me oculten la verdad.

 Ninguno parecía querer hablar, es como si todos estuvieran debatiendo que hacer conmigo sin tener en consideración que es mi vida, que soy una persona libre de elegir lo que me plazca. Cuando Harry parecía que estuviera a punto de hablar, se frenó.

- ¿Saben qué? No me importa, no quiero hacer esto. Lamento ser egoísta, pero yo decido sobre mi vida. No quiero tener estos poderes o lo que sean. Lo lamento, pero son más importantes y fuertes de lo que pensé, y eso hace que ponga en peligro a mi familia y a mi alrededor. Lo siento, no los usaré -.

 Solté la mano de Charlie, el cual se veía desconsolado, me levanté y esquivando a las miradas furiosas y sorprendidas subí las escaleras, para encerrarme en uno de los cuartos. Me senté en la cama, pero me sentí muy incómoda, entonces tomé la ropa que había traído, la metí en una bolsa de tela y me acerqué a la ventana decidida a irme. No sé a dónde, pero me sentía tan mal en este lugar que algo tenía que hacer. Cuando iba a salir, una mano se posó en mi hombro, era Fred Weasley.

- Entiendo porque piensas así. Está bien a veces pensar en uno mismo, yo lo hice algunas veces, aunque siempre considerando en cómo le podría afectar a George. Si vas a irte, voy a acompañarte -.

- Me tendrías que odiar. Puedo devolverte a la vida; puedes estar con tu familia nuevamente, pero sabes que no haré -.

- Y lo entiendo, está bien. Si lo haces, me gustaría que sea porque así lo deseas. Déjame acompañarte -.

Y así es como escape en compañía de Fred, no sin antes ver la cara preocupada de Sirius.

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 Mientras tanto en la casa, todos se dirigían a comer, pero al ver la mesa se sorprendieron ya que había un mensaje.

"Se fue. Estoy con ella para que no le pase nada. Encuéntrennos rápido, es peligroso que Evelia este afuera".

- Fred