21/03/2014
Q.T.
He vuelto a ti, aunque la ultima vez que te escribi fue con la intencion de despedirme, reconozco que nada salio como lo esperaba, he vuelto a escribirte por que mi alma esta muy cansada suplico dia a dia tener a alguien en quien confiar todos mis secretos y penas, lo he pensado por bastate tiempo y por fin decidi convertirte en mi mas cercano confidente, si te escogi a ti es por que puedo ver esa dulce luz en tus ojos al verme, ademas confio en que tarde o temprano comprenderas todos mis lios... Después de un tiempo tome la decisión de dejar de ocultarme detrás de una sonría incómoda, aveces fría o incluso insensata, quiero que me conozcas tal como soy y para eso que mejor que comenzar desde aquel día. Los historias de como es que llegue este mundo, son muchas pero la mejor viene de mi madre. El 22 de noviembre del 96 mamá confirmó que estaba esperando a un bebé, mi madre siempre ha sido una mujer muy fuere pero en ese entonces su sentimentalismo era aún más poderoso que su bienestar, cayó en una etapa depresiva, donde ver a mi padre o a mis hermanos era lo único que la reconfortaba. Después de un tiempo ese embarazo se convirtió en uno de los más dolorosos pero siempre el entusiasmo por la llegada del pequeño opacada por completo aquellos síntomas tan inesperados. Nueve meses llenos de sentimientos encontrados se cumplieron, meses en los que cada segundo el bebé crecía y crecía, al igual que las ansias de mi madre por tenerlo en sus brazos. El 02 de Julio de 1997, nació una preciosa niña de piel blanca y pelo negro en la casa de la abuela, mi madre fue atendida por una partera que aseguraba que la pequeña estaba en perfecto estado, entre el calor del momento, la llamaron Maria. Esa misma noche, la pequeña no paraba de llorar y temiendo que algo estuviera mal, llamaron a un doctor el cual se tardó horas en llegar. Cuando por fin llego chequeo inmediatamente a la niña confirmando un poco nervioso que se encontraba en muy mal estado, era necesario llevarla inmediatamente a un hospital para que fuera atendida, mi madre se quedo en casa esperado noticias, las horas mas amargas de su vida y después de un rato mi padre entró caminar lentamente por la puerta, con la miraba decaída y con lágrimas que recordando su oscura barba, se acercó a mi madre y le dio la gran noticia, Maria había muerto. Mi mamá dice "fue como si el cielo se entristecía al escuchar eso" incluso cuentan que se podía sentir la tristeza en el aire, el silencio invadía el lugar en algunos instantes, aunque en otros, el llanto de mi madre era tan poderoso y melancólico que atemorizaba con escucharlo a lo lejos. El cuerpo de la pequeña fue colocado sobre una mesa en un ataúd miniatura de color blanco que tenia flores alrededor y justo enfrente de ella mi madre sollozaba de tristeza. Durante el día los vecinos llegaban con flores blancas y rosas para adornar a aquel ángel que había estado entre ellos y durante las noches las oraciones de las más grandes acababan con el silencio. A mi madre nunca se le dejo verla mientras estaba en la caja, tal vez para no causar más pena de la que ya había. Su cuerpo fue sepultado al día siguiente y colocaron una cruz que tenia una inscripción que decía
"Maria Morales 02/Julio/97 Señor en tus manos de ternura depositamos a nuestra hijita para que la cuides, la mimes y la llenes de tu dulzura"
Sin duda esa historia me es muy triste, después de que paso el funeral mi madre se culpo de todo, decía que ella había cometido el error por no haber querido ir al hospital y preferir a aquella partera, no había momento en el que estuviera en paz, si no lloraba, pensaba en las pequeñas manitas de Maria y se arrepentía por que después de todo no podría verla crecer, ni escuchar su voz, ni mucho menos su linda risa. Después de un tiempo el dolor fue ocultado en botellas, los besos que le daría a Maria, ahora se los daba a las botellas, el alcohol inundaba sus sentimientos e intentaba ocultar su pena gota a gota. Botellas vacías de alcohol pero llenas de lágrimas. El luto en la familia estaba tan presente y mis pequeños hermanos no podían comprender lo que sucedía, había un bebé y ahora ya no esta.
El tiempo nunca se detiene y entre días melancólicos pasaron los meses, mi madre sentía un gran hueco dentro de ella, lagrimas amargas seguían llenando los jarrones de la pequeña Maria. Después reflexionar mamá se dedicó a mis hermanos y a la casa, mientras mi padre intentaba conseguir algo de dinero para solventar los gastos del hogar, había mucha inestabilidad económica, era una familia joven con tantos inconvenientes, pero aun así mi mama depositaba su confianza en Dios y tenia la fe de que pronto todo volvería a estar bien.
El día de muertos se acercaba y mi madre estaba algo entusiasmada por que por fin podría visitar por primera vez la tumba de Maria, ella confiaba que la pequeña ahora era un ángel más que cuidaría y guiaria a la familia por el buen camino.
Tantos meses agridulces pasaban, aunque más felices, las cosas iban mejorando poco a poco. Mis hermanos José y Fanny cada vez crecian más, mi madre dice que eran los consentidos en esos días, el dolor desaparecía poco a poco, más sin embargo, aún existía un gran espacio vacío en su corazón. Ha todo esto, te preguntarás el por que te cuento esto, dice mi mamá que si Maria no hubiese muerto, tal vez, tan solo tal vez yo nunca hubiese nacido.
Después de que pasaron algunos meses, las cosas iban dado forma poco a poco, a mi padre le empezó a ir muy bien en el trabajo, aunque a veces, para la desilusión de mama, el llegaba a casa ebrio hasta el tope. El hacia que mi madre se sentiría tan mal, causándole pena y mucha angustia. Mamá siempre quiso lo mejor para sus hijos y hacia hasta lo imposible para que mi padre se comportará, a veces funcionaba, aunque en otras ocasiones a el le daba igual.
Gracias al esfuerzo de ambos, lograron tener su propia casa y de igual forma los cosas empezaron a ir bastante bien, había momentos en los que mi madre pensaba que tener un nuevo bebé llenaría aquel hueco que habia en su corazón, pero luego su melancolía la hacia pensar que nadie iba a remplazar a Maria.
Pasaron algunos años para que mamá tomará una decisión y aunque ahora ella era feliz, sus sentimientos por Maria nunca cambiaron, así que decidió hacer una cita en la clínica Santa Cecilia para operarse y no tener bebés jamás. La cita fue programada para mayo del 2000, mi mama asistió como le indicaron, el doctor preparó todo y justamente en la revisión antes de la operación, el doctor noto algo sorprendente e inmediatamente le realizaron una prueba de embarazo. Cuando mi madre recibió el resultado que decía "Positivo" fue algo realmente impactante, algo que ella nunca espera, hasta llegó a pensar que Dios le había dado una oportunidad mas para sanar aquel espacio que había dentro de ella.
Las semanas transcurrieron y tras ellas llegaron los síntomas aún más potentes que los del embarazado de Maria, si aquel embarazo fue bastante doloroso, este nuevo fue aún peor, mi madre dice que el hambre la consumía y que su panza era tan grande como si fuera a tener GEMELOS. Largos meses llenos de achaques, momentos tan felices, de una extrema precaución y cuidado con el doctor, tanto que tomaron la decisión de practicarle una cesárea, la familia tenía miedo que saliera algo mal, así que optaron por llevar un embarazo en extremo cuidadoso y organizado. La cita para la cesárea fue puesta para el 29 de diciembre. Unos días antes, los síntomas eran demasiado fuertes. Cuando llegó el día mi padre tomó la maleta de mamá y la puso en su auto color azul rey que por cierto quería tanto que no le importaba que fuera una chatarra, aún así lo amaba. Mi mamá subió al auto y se dirigieron a la clínica, pasando por esas adoquinadas calles de Compostela mientras el sol rosaba los techos. Al llegar, instantáneamente fue internada a eso de la 1:00 pm para que la operación comenzará una hora mas tarde, el día era algo típico de inverno, frío y nublado, mamá estaba tan ansiosa pero también tenía mucho miedo...
Creo que me emocione demasiado escribiendo, me tengo que ir por que es muy tarde pero prometo continuar mañana.
Con cariño Leo M. S.
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LA VERDADERA HISTORIA DE UN ADOLESCENTE
Teen FictionLeonardo es un adolescente de 13 años de edad, cuyo pasado no es tan lindo, después de haber tocado a la muerte decide revelar su verdadera historia a sus "Portadores de secretos" a base de un diario. A lo largo de sus escritos va poniendo su vida e...