[Secrets]~ Melanie Martinez, L.S

Capítulo 16.

Los pasos resonaban por los pasillos vacíos de la escuela. Las clases ya habían empezado. Se oía la bulla de los salones, llevaba horas caminando y no encontraba su salón, enserio tenías ganas de llegar.
Sólo tenía que encontrar esos ojos verdes para saber que era su salón.

Subió unas escaleras encontrándose con varias puertas. Eso se ganaba por llegar tarde, genial.

Dio un paso entrando al pasadiso cuando el timbre sonó, resonando por todo el colegio.
Se quedó helada al ver como todos salían corriendo, cruzando por su espalda para poder bajar las escaleras.

Sintió algo, y lo vió, esos ojos verdes, el cabello castaño. Era Harry.
Cruzó riéndose caminando junto con un chico. ¿Stoui? ¿Louis?.

Quiso decir algo pero las palabras no salían, sólo se quedó allí parada mirando como caminaban. Cruzaron al lado de ella ignorándola por completo. Notó algo raro en ellos dos, estaban agarrados de la mano. ¿Qué? ¿no estaban peleados?.

Los recuerdos vinieron a su mente chocando, recordó que Harry le había dicho algo sobre que el había sido el culpable de "Los golpes" que le dieron.

La rabia creció dentro de ella, pero se contuvo de no darle un golpe, primero tendría que encontrar a sus amiguitas...

Se fijó de donde había salido Harry y entró. Y allí estaban, Stacy y sus amigos.

Sonrió

Agitó ambas manos llamando la atención de esta -Oye niña-.

Stacy que estaba molestando a niña volteó a mirar -¿Qué?-

-Suéltala pendeja-

-¿Tú quién te crees?- Empezó a reír -Suéltala Alonso- rodó los ojos cruzándose de brazos.

La niña empezó a correr saiendo del salón.

La rubia suspiró enojada poniendo los ojos en blanco -¿Quieres pelear o qué?- caminó más cerca a ella quedando frente a frente.

-Yo nunca me rebajaria a tu nivel, aunque...- soltó una carcajada mirándola de pies a cabeza.

Stacy hizo una mueca recostando todo su peso sobre su pierna izquierda -¿Quién eres?-

Esta empezó a dar lentos aplausos -¿Qué? ¿No me recuerdas?-.

Achinó los ojos fingiendo recordar -Eh..¿Debería?-

Melanie sabía que con sólo mostrar sus dientes "chuecos", la recordarían al instante.

Dio su más amplia sonrisa -¡¿Y ahora?!, ¿Me recuerdas?- seguía sonriendo sínicamente acercándose bruscamente al rostro de Stacy.

Habían pasado siete años desde que desapareció de la vida de todos en esa escuela. De Harry, de Louis, de Stacy, de todos.

Su mamá apenas se enteró del bullying que le hacían a su pequeña hija, decidió mudarse para nunca mas regresar.

Melanie se sintió terrible, a ella le costaba hacer amigos, y según ella, había encontrado a los mejores. Y por culpa de la tonta de Stacy la habían sacado de la escuela.

Creció con ese odio durante todos esos años. Viendo vídeos en internet, películas, revistas, las peleas callejeras, aprendió a defenderse. Y quería, necesitaba devolverle todo el sufrimiento que le había hecho.

Le rogó a su madre que la cambiará a su antigua escuela. Fingiendo que ahora que tenía catorce años iba a hacer las pases y toda esa mierda. Su madre conmovida por el gran discurso de su hija, decidió cambiarla.

Y allí estaba, frente a la persona que más odiaba en el mundo.

Stacy retrocedió unos pasos procesando los recuerdos y todo -Un momento.. esos dientes chuecos..¿Me-Melanie? ¿Tú?- habló sorprendida, medio sonrió.

Melanie seguía sonriendo, apoyó sus manos en su cintura -Vaya, al parecer si tienes cerebro-.

La rubia mordió su labio aguantando una risa -Todos estos años y ¿no pudiste usar frenos?, por dios.-

Los compañeros de atrás hicieron en un tono igual un "ohhh".
Recordaba a todos, al parecer unos nuevos, y otros ya no estaban. Rodó los ojos mostrando con más "orgullo" sus dientes.

-¿Eres ciega Stacy?- dijo haciendo un fingido puchero.

Ella confundida levantó una ceja -No tonta, no soy ciega-.

-¡¿Entonces por qué no puedes ver esto?!- casi gritó levantando su mano mostrando el dedo del medio.

Los de atrás casi se les escapa una risa.

Stacy abrió la boca indignada buscando que decir o algo.

Esta se dio media vuelta retirándose del salón con una sonrisa burlona en su rostro.

Melanie había vuelto.