5.

80 10 0
                                    

Todos te miran. Te tachan. Por tu manera de vestir. Por tu caminar, tu hablar. Por todo. Literalmente todo.

Y tú haz permitido que eso te afecte. Tú le haz dado una importancia que no se merece. Tú... Eres la causante de tu sufrimiento.

Ven. No, no me tengas miedo. Acercate, vamos.

Te diré algo. ¿okay? Okay. Bien.

¡NO LE DES MÁS VUELTAS AL ASUNTO!. No le prestes atención a las críticas no constructivas de los demás. Aligerate y vive de tu opinión. Sí, sí. De la tuya. A quién le importa lo que le digan los demás. Sí. Lo sé. Está claro que a tí. Pero..., imagínate un mundo. Hazlo, dale. ¿ya? Está bien. Ahora, tú eres la única persona que habita en el. Te gusta, ¿verdad? Oh, si... Claro que te gusta.

¡Exacto! Ahí está el secreto. Como solo vives tú, nadie te mira mal. Nadie te critica. Eres la única que puede hacerlo. Entonces... Llevemos esto al mundo real. Si en aquel mundo sólo te importaba lo que tú dijieses, por qué acá te debe importar lo que otros opinen. Es tu miserable vida. Y lastimosamente eres tú la única persona en todo el mundo (excluyendo a Dios, claramente) que puede juagarse a sí misma. Tú te conoces. Sabes lo que te pasa. Quién le da el derecho a otros que hablen de ti si no eres

tú.

Feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora