J I M I N
—¡¿No hay ninguna forma de hacer que vuelva a como estaba antes?! —grité sin moverme. Definitivamente, tenía que buscar la manera de salvar a ambos.
Jungkook ni se inmutó al escucharme. Sus ojos rojos seguían brillado y, sus colmillos, parecían crecer cada vez más. No entendía el cómo demonios habíamos llegado a esto, pero tampoco quería saber cómo terminaría si pronto no se me ocurría algo para detenerlo.
Un escalofrío subió por mi espalda en cuando vi a Taemin ponerse de pie. Un hilo de sangre adornaba la comisura de sus labios. Aún cuando parecía muy lastimado, se movía como una persona promedio normal.
—Vampiro, vampiro. Débil vampiro... —susurró—. ¿No tienes hambre?
Mi piel se puso de gallina cuando Jungkook giró su rostro para verme. Su forma de vampiro estaba al máximo y, sin embargo, parecía la persona más débil e insegura del mundo.
—¿Jungkook...? —susurré, asustado.
No le dio tiempo a contestar. Taemin, que estaba a menos un metro de él, se acercó con una rapidez demoníaca. Lo próximo que pude ver, fue a Jeon siendo lanzado hacia el otro lado de la habitación. Pensaba que aquello no le había afectado, pero el silencio invadió el lugar. Ni siquiera trató de levantarse. Estaba inconsciente, en el suelo, sin tener algún rastro de golpe.
La risa proveniente de la garganta de mi mejor amigo me hizo sentir más que indefenso. Ahora si creía conveniente ir al baño.
Corrí hacia Jungkook sin poder evitarlo. Mis pies se habían movido solos y, con mi corazón latiendo a mil, daba a saber que estaba mucho más que preocupado por él.
Me agaché a su lado y como un tremendo idiota, le tomé el pulso.
Un segundo escalofrío recorrió mi espina dorsal en cuanto volví a escuchar la risa de Taemin. ¡Maldición! ¡Era peor que en las películas de terror y ni siquiera estaba preparado!
—¡Jungkook, Jungkook, Jungkook! —grité, removiéndolo con fuerza. Recé para que mamá se hiciera la sorda por todo el lío que estábamos causando—. ¡Despierta, Jungkook, despierta! ¡Te daré chocolate caliente si quieres!
Siguió sin reaccionar. Sus ojos se hallaban cerrados y estaba igual que la primera vez que lo había encontrado.
—Pobre vampiro, pobre, pobre —murmuró Taemin. Ésta vez, se dirigía a mí en forma sádica—. Ven, pequeño ángel, le usaremos de buena forma...
Me puse de pie de inmediato. Como si supiera pelear, levanté los brazos, mostrando mis puños aún cuando mis piernas temblaban como chihuahua recién nacido.
—¡Venga! ¿Quieres pelea? —exclamé. Traté de que mi voz sonara lo menos temblorosa posible—. ¿S-sabes que soy como Rocky Balboa, no?
El demonio que usaba el cuerpo de mi amigo se acercó a mí. Pensaba que me golpearía o usaría los poderes de "super héroe", solo se mantuvo quieto en el lugar. Me examinó de arriba a abajo con la mirada. Sus ojos negros me seguían dando una pizca de asco.
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Sed de amor [Kookmin]
FanfictionPark Jimin es un adolescente de dieciséis años simple. Va a una academia, no vive solo, tiene algunos pocos amigos como cualquiera... pero algo lo destaca del resto. Todos lo definen como una persona gótica y emo, por el simple hecho de que a Jimin...