un delgado chico de tez pálida y cara gatuna se encontraba delante de una tumba con un ramo de rosas blancas en su mano, su semblante serio podía demostrar lo poco feliz que se sentía en esos momentos.
su presencia se notaba pesada, melancolica, sombría, y no era extraño, se encontraba en un cementerio, probablemente la persona que se encontraba en el ataúd era preciada por el, amada.
JUNG HOSEOK
1977-1986
yo seré el sol que los ilumine cada mañana y la luna que los despida
Yoongi simplemente no podía leer el epitafio de aquella tumba sin llorar, el hecho de que aquel niño estuviera muerto le provocaba una pena enorme, solo compartió un día con el, ¿pero qué esperaban? el pequeño murió en sus brazos, agonizando como un perro que le haya pasado encima un camión y que no lo haya matado al instante.
ojos llenos de dolor pero siempre mantuvo una sonrisa tranquilizadora en su precioso rostro, casi como queriendole decir a su amigo que estaba bien, que esperaba el momento de su muerte con los brazos abiertos y sin mayor opción.
muy al contrario se encontraba Yoongi, el cual le gritaba que por favor no se rindiera, que se quedara a su lado por favor, el pequeño no sabía si su familia estaba viva así que por el momento Hoseok era todo lo que tenía.
cuando el menor cerró los ojos para nunca más abrirlos dejó con un trauma al mayor.
-¿sabes cuál es el mayor error que he comitido Hoseok?- susurró el único presente para luego agacharse y dejar el ramo de rosas al costado de la tumba- enamorarme de un recuerdo, de algo que nunca más volverá a hacerse presente. Mi mayor error fue enamorarme de tú recuerdo, y de no poder dejarlo ir.
-✿-
esto no se lo esperaban, adiós, me voy antes de que lleguen a putearme por no haber terminado el mini-fic con un final feliz, las amo♡
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