Jageun Goyangi - KyuHae

Capítulo I

'Nieve'

El invierno estaba comenzando a hacer de las suyas en esos días. Las ramas de los árboles estaba cubiertas por una capa ligera de nieve la cual había caído durante la madrugada como el saludo que daba el frío y las bajas temperaturas a las personas.

Por suerte para KyuHyun estos días le parecían el mejor regalo que la naturaleza podría entregar. Con su grueso abrigo gris, una bufanda azul envuelta en el cuello y guantes, podía soportar sin problemas el frío que había en la cuidad mientras caminaba hacia su trabajo siendo ya las nueve de la mañana.

La editora no estaba lejos de su departamento por lo que podía caminar tranquilamente hasta él, sobre todo ese día en el que podía darse el lujo de hacer figuras en la nieve cada vez que pisaba.
De reojo observaba a niños correteando o lanzándose bolas de nieve, algunas parejas y como no, perros.

Amaba a los perros. Le parecían el ser más adorable del mundo aparte de su inteligencia y lo buenos compañeros que podían llegar a ser; simplemente los adoraba, por eso la casa de su madre estaba llena de ellos... Bueno, solo eran cinco pero por el tamaño y energía que poseía cada uno parecían diez.

Cuando era tan solo un pequeño alucinaba con poder comprar una enorme mansión para poder recoger a todo el perro callejero que se le cruzara, pero como todo sueño infantil, a medida que iba creciendo esa idea se fue esfumando, primero porque hubieron más responsabilidades de por medio y segundo, porque sabía que para poder lograrlo necesitaba dinero, mucho dinero y lamentablemente no contaba con ello, solo tenía lo suficiente.

El era un mangaka, específicamente de novelas nada más ni nada menos que homosexuales. En un principio su idea era estudiar diseño gráfico, luego cinematografía, después literatura y terminó finalmente sacando su título como licenciado en idiomas. Sinceramente nunca había llegado a decidir que quería ser hasta que en una feria de la universidad en donde presentó sus cómic, un gerente vio su trabajo y lo contrató como un nuevo dibujante.

La vida fue más fácil desde allí, dibujaba todo el tiempo y dejaba fluir todas esas escenas que su mente recreaba en las hojas blancas; no era el único, habían más. En el edificio se dividían todas las áreas según el género de la historia.
KyuHyun en un principio trabajó para la sección romántica o shojo, como solían llamarle y no pasó mucho tiempo antes de pasar a las demás. Actualmente estaba en yaoi y no es que fuera homofóbico, pero no le gustaba mucho dibujar escenas de dos hombres besándose o a veces hasta en los mismos actos sexuales. Su mánager, era una mujer muy estricta y con gustos particulares, regularmente le decía que hacer o que no respecto a sus proyectos y siempre le exigía una escena de 'lo bueno'. En realidad él sabía que Krystal era una pervertida de primera que disfrutaba de sus dibujos gays.

Apesar de todo, amaba su trabajo, además de que disfrutaba el buen ambiente laboral que se apreciaba en las oficinas.

—¡Llegas diez minutos tarde, Cho KyuHyun! ¡Mueve tu culo a la silla y termina tus bocetos ahora mismo!— Ella era su amada Krystal, que le daba las tiernas bienvenidas como cada mañana.

—Buenos días para ti también, Vidrio.— Saludó con sarcasmo a la joven chica antes de tomar asiento en la silla de su escritorio. Cada prenda fue saliendo de su cuerpo hasta quedarse con el suéter de lana que traía bajo el abrigo y el polo y el gorro y la bufanda y los guantes. El aire acondicionado del resinto funcionaba a la perfección por eso todos andaban con ropa ligera, algunos hasta estaban solo con playera.

—Vidrio... Soy Krytal, tu superior, no deberías de llamarme de esa forma niñito.— Ese apodo cariñoso se lo ganó apenas se habían conocido el primer día.