Aquel Día.

Entre las Cenizas.

Sentí como todo a mi alrededor dejaba de existir, solo podía concentrarme en lo que en estos momentos estaba sucediendo.

Mis puños que aún estaban atrapados en sus manos comenzaron a temblar, quería zafarme, pero el dándose cuenta de mis intenciones, afirmó su agarre con fuerza, y siento como sus labios, si es eso posible, se pegan mucho más a los míos.

Su aroma, el suave cosquilleo que su flequillo hace en mi frente, sus zafiro observándome con suma intensidad, haciéndome sentir perdido en un profundo oceano,  estaban creando un vórtice en mi estómago.

Vinieron a mi mente mis temores, ¿Y solo solo estaba utilizandome para pasar el rato? No quiero ser su segunda opción, no soportaría saber que me esta usando como si fuera un juguete, yo quiero ser su todo, quiero ser el que provoque sus sonrisas, quiero ser el dueño de su felicidad, aunque suene egoísta lo quiero todo para mí.

Y gracias a esos pensamientos mis miedos fueron reemplazados por mis anhelos, sueños donde Naruto y yo éramos los protagonistas, donde viajábamos por un mundo donde el dolor y los temores no existían, el que ha sido el único capaz de ver a través de mi indiferencia me cuidaba como si yo estuviera formado del mas grande y glorioso tesoro...

No tengo idea en qué punto deshice mis puños y mis manos fueron a parar a su camisa escolar aferrandome a él con fuerza, como si temiera que fuera a marcharse, como si temiera que lo que estaba sucediendo no fuese real.

Siento como sus manos también se aferran a mí, desesperadas, como si hubieran esperado una eternidad para este encuentro.

No lo sé.

No lo sé...

Perdí la noción del tiempo, solo quería corresponderle, al diablo mis miedos, al diablo Hinata, él me quiere, puedo sentirlo, y yo también le quiero transmitir mi sentir.

Naruto había cerrado completamente los ojos, así que lo imite, al poco tiempo sentí como su lengua delineaba mi labio inferior, pidiendo en silencio mi permiso para adentrarse a mi boca, permiso que sin duda le concedí al momento que abrí levemente mis labios.

Su lengua se paseaba deseosa, buscando mi lengua para entrelazarlas, probando nuestras salivas, familiarizándonos con la boca del contrario. El beso estaba subiendo de tono y yo sentía fuego en mi interior, mis mejillas comenzaron a colorearse y él lo notó, pues al separarnos por falta del ansiado aire posó su mano en mi mejilla y soltó una leve risa.

-No me vayas a golpear por lo que voy a decir, pero me gusta verte sonrojado ttebayo.- Soltó susurrante a mi oido, a lo que yo solo desvié la mirada hacia un costado, el muy maldito me habia hecho sentir avergonzado.

-C-cállate dobe, no digas esas cosas.- Le dije refunfuñando. Sentí su mirada intensa sobre mí, y sorpresiva e inesperadamente me empujó contra la pared.

-¿Q-que demonios haces do...? –No termine de preguntar, pues el volvió a besarme, esta vez mas demandante, no me hice del rogar y le correspondí de la misma forma, pero para mi sorpresa el dobe en vez de aferrarse a mi cintura como la vez anterior, ahora tenía las manos ocupadas desabotonándome la camisa.

¡¿Estaba loco?!

-N-ni se te ocurra...- Apenas pude decir, pues Naruto no dejaba que separara mis labios de los de él. Naruto dejo por fin que entrara un poco de aire a mis pulmones al separarse levemente de mi boca, pero la tranquilidad no me duro mucho cuando comencé a sentir como sus labios comenzaron a descender por mi cuello, suaves jadeos escapaban de mis labios sin poderlo evitar, a estas alturas ya no tenía camisa alguna que interrumpiera su paso.

-N-naruto no. I-idiota uggh... Detente.- Al parecer mi voz jadeante y mi nula resistencia, le daban a entender todo lo contrario.

-Sasuke he estado mucho tiempo sin ti... -Me decía entre besos y lamidas.- Por favor ya no huyas más de mí. - ¿Cómo huir? Ya era imposible para mí.