Capítulo 03: Silencioso dolor.

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-¿Una cita?- cuestionó con nerviosismo la (t/c).

-Si...- se limitó a decir.

-¿Te puedo contestar mañana?- trataba de alejarse poco a poco de él, sin embargo se dio cuenta, y la acorraló contra la pared.

-Quiero la respuesta ahora...- amenazó en tono tranquilo, ella se negaba a mirarlo a los ojos.

-Es... está bien... tendré una cita contigo...- la sonrisa del pelirrojo se amplió.

-El sábado nos vemos en el centro... ¿de acuerdo?- ella asintió. –Bien, hasta entonces...- se separó de ella, adentrándose en los pasillos, la joven suspiró, no sabia qué hacer, pero sin darle muchas vueltas al asunto se dirigió a su salón.

La tarde pasó y Kid se dirigió a su trabajo, Ace platicaba con un hombre rubio, con una cicatriz en el ojo, quien es el gerente administrativo.

-¡Hola!- saludo el joven rubio al ver llegar al pelirrojo.

-Hola Sabo...- contestó con incomodidad. –¿Interrumpo algo?-

-Para nada... estaba poniendo al corriente a Ace, después de todo su trabajo quedó descuidado un mes...- explicaba con una sonrisa.

-Si, es verdad... ahora que lo pienso, tengo peticiones de materiales que se terminaron...- recordó el pelirrojo.

-Ya sabes el protocolo, hace una relación de lo faltante y la pasas con Ace y posteriormente llegara a mi...- el joven asintió. –Bueno debo hablar con Doflamingo, con permiso...- se retiró dejando a ambos empleados.

-He visto el trabajo que has hecho y es genial...- dijo el pecoso para romper el silencio.

-Gra... gracias...- el mayor palmeo su hombro.

-Sigue así Eustass... bueno debo seguir con el aburrido papeleo, nos vemos para la merienda...- se retiró a su oficina.

Kid no sabia describirlo, pero al ver a Ace le parecía que era un sujeto que ocultaba algo, que cuando sonreía en realidad buscaba que nadie se diera cuenta de algo, su instinto le decía que no podía confiar en él.

Ya en el comedor de la empresa, se encontraban Franky, Sabo, Ace y Kid, los mayores platicaban de cosas como deportes, hasta que el peliazul sacó una pregunta.

-Dinos Portgas, ¿qué pasó para que tardaras un mes en llegar?- las risas se callaron ante tal pregunta.

-¡Franky!- le reclamó el rubio.

-No se preocupen... está bien...- Ace suspiro. –Hace tres meses mi madre enfermo, pero ella siempre fue delicada, así que hace un mes su cuerpo perdió la batalla, murió...-

-Disculpa, no pensé que...- se excusaba el peliazul, pero el pecoso levantó la mano y negó levemente.

-No te preocupes, es el ciclo de la vida... ¿qué puedo hacer?- parecía triste, pero sin intención de llorar, eso le pareció extraño a Kid. –Lo único que me queda por hacer es cumplir su última voluntad, cuidar y hacer feliz a mi pequeña hermana...-

-Eres un súper~ hombre Portgas, tu madre estaría orgullosa...- dijo Franky mientras cascadas de lágrimas caían de su rostro, el pecoso sonrío levemente.

Esa noche mientras la mayoría dormía en esa ciudad, una escena se repetía...

-¡No!- la joven era embestida mientras sostenían cruelmente sus caderas, ella lloraba y su atacante gemía. –¡¡Basta!! ¡¡Por favor!!- daba leve golpes en el pecho del mayor, pero él parecía no  importarle. –¡¡Detente!!- suplicaba, mientras el dolor persistía.

Ángel caído del cielo. (One Piece. Kid y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora