capítulo 59.

1.6K 32 2
                                    

-Nunca podrías evitar que un hombre te hiciera esto. Estaba a tres pasos de ella pero, al momento siguiente, había invadido su espacio personal, la tomaba entre sus brazos y la aplastaba contra la pared, adueñándose de su boca bruscamente. __________ quiso ser fuerte. Lo quiso con todas sus fuerzas, pero Justin tenía un efecto asombroso sobre ella. Y no pudo evitar ofrecerse a él. El sabor de su beso, la intensidad... No se sintió obligada cuando él devastó su boca, sino deseada. Cuando Justin le acarició las mejillas y gimió, se sintió necesitada. Cuando le desgarró el top y se deshizo del sujetador, notó que se estremecía y que perdía el control. Sentía la posesión de Justin en los huesos. Él no debería de haber despertado su deseo, mojándola... pero se trataba de Justin. Y cualquier cosa que él hiciera, hacía que le deseara. En cuanto estuvo desnuda de cintura para arriba, él se inclinó sobre sus pechos y los succionó, primero uno y luego el otro. Ella se arqueó hacia él, enterrando los dedos en el sedoso cabello oscuro. Los pezones se irguieron bajo la lengua de Justin cuando él los chupó con voracidad. Le zumbó todo el cuerpo y movió las caderas con desasosiego, presionándose contra él, invitándole a entrar. Cuando estaba con Justin no tenía cabida la vergüenza; jamás. Cualquier cosa era buena para seducirle. Sí, estaba furiosa. Y le leería más tarde la cartilla, le diría que ningún hombre podría decirle jamás lo que debía hacer, pero ahora no podía detenerle. El deseo de Justin era semejante al de ella, como si los acontecimientos se hubieran escapado a su control y el tiempo que les quedaba juntos pasara con demasiada rapidez. -No vuelvas a darme esquinazo-dijo él, arrancando la boca de la de ella, con los labios separados y la respiración entrecortada-. No quiero que te quedes sola con Tyler. -No me habría hecho daño. -Los ojos de Justin ardieron. -Puede que no, pero te habría follado. Y, maldita sea, yo ya no comparto. Mientras estés conmigo, no le ofrecerás este dulce cuerpo a nadie más que a mí. Las palabras flotaron en su mente, agradables y perturbadoras a la vez. Antes de que __________ pudiera asimilar sus sentimientos y responder, Justin metió la mano debajo de la falda y le arrancó el tanga lanzándolo al suelo de madera. Entonces le pasó el dedo a lo largo de la hendidura, presionando sobre el clítoris hinchado. Las sensaciones la inundaron dejándola débil. Santo Dios, qué le hacía ese hombre... Sólo tenía que tocarla un momento y ella se mareaba. Apretó los puños contra la pared. Comenzó a atravesarla un deseo incómodo e innegable. A pesar delo mucho que odiaba que tuviera tal poder sobre ella, no podía evitarlo. -Así -canturreó él dulcemente-. Mojada. Siempre mojada para mí. Justin le introdujo dos dedos en la estrecha abertura. Ella siempre estaba preparada para él. A pesar de estar algo inflamada por la reciente actividad, se derritió contra él, absolutamente dispuesta para cualquier cosa que él le exigiera. No era posible que él pudiera creer que estaría tan dispuesta para cualquier otro. -Tyler no... -No quiero oírte hablar de él -atronó Justin, penetrándola profundamente con el dedo anular. Ella contuvo el aliento al sentir que él le frotaba sin piedad el punto G. -No quiero oír hablar de Tyler y punto. He visto cómo le besabas... - Justin respiró hondo, como si intentara controlarse. - Justin... - ¡No! Mientras folles conmigo, maldita sea, no follarás con él. Las palabras de Justin penetraron por fin la neblina de placer que envolvía a __________. - ¿Qué insinúas? ¿Qué puedo reanudar mi tórrido romance con él en cuanto te largues? -Él jadeó más profundamente. Sus ojos color chocolate se hicieron más oscuros, casi negros. Exudaba peligro. Se le enrojecieron las mejillas y su expresión se hizo más tensa mientras le aferraba las caderas con fuerza. Estaba furioso y excitado, parecía un guerrero a punto de luchar, de reclamar su propiedad. Santo Dios, ella deseaba que la reclamara para siempre, que no sólo quisiera acapararla hasta su marcha, tres días después. ¿Es que para él no era más que un polvo fácil? Justin no respondió, amoldó su boca a la de ella una vez más y la besó con una ferocidad que le robó el aliento. __________ intentó no dejarse llevar, pero él se apretó contra su cuerpo y su mente fue arrasada por un torrente de implacable deseo. Un momento después, él se inclinó y le rozó el pezón con los dientes. Ella se arqueó y gritó. -Separa las piernas. __________ vaciló. Sabía a donde conducía aquello... pero también sabía que casi no les quedaba tiempo juntos. La fantasía de conseguir que se enamorara de ella en una semana, sólo era un deseo imposible. Él se iría pronto y ella no podría detenerle. Lo único que podía hacer era almacenar recuerdos. Cerró los ojos ante aquel agridulce anhelo y se dejó llevar. Justin le mordisqueó el otro pecho y bajó los brazos, cogiéndole un muslo con cada mano e inmovilizándola contra la pared. Un instante más tarde, __________ notó que el miembro de Justin indagaba entre sus pliegues. Apenas tuvo tiempo de preguntarse cuándo se había desabrochado él los pantalones antes de que se sumergiera profundamente en su interior. La resistencia que ofreció el hinchado sexo de __________ fue anulada por el húmedo deseo y el irreprimible anhelo de conquistarla. Jugueteó con ella durante unos tortuosos minutos, introduciendo y sacando supene suavemente. Por fin, la penetró hasta el fondo. Ahora que estaba rodeado por la mojada vaina de __________ y tenía el control, Justin la inmovilizó con una brillante mirada. -Bien sabe Dios que no puedo impedir que Tyler te folle una vez que me haya ido si tú quieres, pero ahora... Ahora eres toda mía, y me aseguraré de que sepas a la perfección el nombre de quién debes gritar. -No follo con él -confesó ella boqueando, sin ganas de andarse con rodeos-. Jamás lo he hecho. Le contraté para que me protegiera, eso es todo.

Delicious {{La serie Guardaespaldas}}Where stories live. Discover now