Año 1.400 Shaftesbury, Inglaterra.
Era un día frío de invierno, se acercaba el anochecer habia luna llena y Adina ayudaba a su madre Ariel a preparar la comida del día siguiente cuando Brais, un chico de 19 años al que acogieron como aprendiz de su padre que vive con ellos y su padre Casiano, entraban por la puerta de la casa después de un largo día de trabajo.
Después de cenar y acabar la limpieza todos se van a su habitacion a dormir ya que había sido un día repleto de trabajo, excepto Andina, que seguía despierta con una vela encendida sentada sobre el frío suelo de su cuarto.
Sin hacer mucho ruido ya que la habitación contigua es la de Brais, Adina se quita la ropa dejando ver su fina y blanca piel llena de escritos y dibujos grabados en ella. Cogiendo un pequeño y afilado cristal, pronunciando palabras en susurros indescifrables se disponía a dejar otra marca en su cuerpo cuando alguien llamó, Andina cogió un camisón negro que tenia bajo su almohada y se lo puso para abrir la puerta, allí se encontraba Brais.
-Sucede algo, Brais?
-No, solo vi una luz y vine a ver si ocurría algo.
-No, solo leía, tranquilo, puedes volver a tus quehaceres, buenas noches.
Andina se disponía a cerrar la puerta pero Brais se lo impidió.
-Sucede algo? Te noto rara.
-No, solo estoy cansada.
-En ese caso, buenas noches Adina.
Cerro la puerta y se acostó sobre su cama mal diciendo por lo bajo quedándose sumida en el sueño al poco tiempo.
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Hola a todos no me juzgieis, esta parte es muy corta mañana mas.
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Demonios Bajo Piel.
EspiritualAdina Deur con 16 años era una mujer normal aparentemente, lo que la gente no sabia era los secretos que guardaba su piel. Sus conocidos y allegados la describían como una persona atenta, dulce, amable aunque muy callada.
