1.- El nuevo siglo

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*Narra Arist:*

— ¡Desperté! —siempre me atormentaba la misma pesadilla.

La pesadilla del despertador a las 6:00 AM.

Una espantosísima tortura que tendría que soportar por el resto de siglo que me quedara de vida.

Me levanté de la cama con cierta pereza, fui a bañarme y llegué justo a tiempo para el desayuno.

— Huele riquísimo, ¿qué hay hoy de desayunar, Xolly? —pregunté mientras buscaba con la mirada donde podría estar mi compañera de departamento.

— Tu desayuno favorito, tres hotcakes, una pequeña porción de fresas y jugo de naranja —me sonrió—. Buenos días vampirita durmiente.

—Baja la voz Xolly, no sabes quienes o qué podría oírte. Si me llegan a cazar, soy vampiro muerto.

— Está bien, lo siento Aliz, no era mi intención —hizo un puchero y ojitos de perrito—. ¿Me perdonas?

Reí ante ese tierno gesto y asentí con la cabeza. Xolly sabía como hacerme reír, despertar, dormir y todo mi día sería feliz gracias a sus chistes.

Era la chica con la que querías hacer amistad, platicar, jugar, hacer bromas, o solo pasar el rato.

Recuerdo que cuando ella me encontró, yo acababa de perder a mis padres. Yo no sabía a dónde ir, pero su familia me ha sabido aceptar, aún siendo un vampiro. Me alegra que fue la única que se quedó a mi lado después de eso.

Comí mi desayuno. Si, los vampiros en el nuevo siglo ya comemos cosas humanas, pero pese a que aún me encanta la sangre humana, prefiero de vez en cuando chupar la sangre de algún animal muerto. No es tan deliciosa, pero me tengo que contener para no morderle el cuello a Xolly. Terminaría siendo un vampiro al igual que yo.

Xolly es un apodo que le he inventado. En la realidad, su nombre es Hollyn, pero me ha gustado más llamarle por Xolly.

Para que se den una idea de como es su apariencia física.
Sus cabellos son dorados como el atardecer que podemos ver en nuestro balcón, sus ojos son color negro, como la misma noche y su figura es bastante esbelta, pese a que no va al gimnasio. La hermana más codiciada de la familia Heart, y no solo por su belleza.

El día pasó de forma muy lenta después de todo. Seguía preguntandome porqué el destino me había llevado hacia ella.

¿Algún hechizo? No.

¿Casualidad? Poco probable.

Una completa locura el ser tan cercana a ella. Una locura que su personalidad sea aún un misterio increíble.

— Me pregunto que pasará mañana. Todos los días son geniales, gracias a su compañía —dije, y me fuí a dormir.

Continuará...

Corazón de VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora