4.- Nada especial

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*Narra Aliz:*

11:37 P.M.

Biiip, biiip, biiip biiip... —el despertador sonaba una y otra vez pero a mi me tenía sin cuidado.

Agarré mi celular para ver la hora y una que otra notificación.

Como siempre no hay muchas cosas interesantes en la mañana, y nada es realmente relevante para un vampiro que ha vivido apenas un siglo. La humanidad no avanza demasiado que digamos, pero si su llamada "tecnología".

De todas formas, ¿quién querría despertarse tan temprano?

Pues para la información del querido lector, en horas vampiras, las 11:00 horas de la noche en el mundo humano, son para los vampiros las 5:00 de la mañana.

Y si, tenía que ir a la escuela a esas horas.

¿Porqué no solo vivir otro siglo sin esa bendita institución? Porque Xolly me había rogado varias veces que fuera a la escuela con ella, puesto que le da miedo que le hagan algo aún siendo ella una chica mitad lobo.

Y la verdad es que no sé de que tendría ella miedo. Apenas llegaramos a la escuela, ella y yo nos transformabamos en nuestro verdadero ser, y a decir verdad, su forma lobuna daba bastante miedo si no conocías su sonrisa humana.

Sus ojos eran casi igual de hermosos que cuando me miraba sonriente. Siempre había un cierto y curioso brillo en sus ojos color miel. Su pelaje era tan suave que a veces, como yo era más pequeña que ella en forma física, me dejaba acostarme en su espalda, dejandome cubrir por su sedoso pelaje gris oscuro.

Claro que rara vez me dejaba hacer eso. Ella es tan reservada que ni aún por ser su mejor amiga, me deja acariciar su pelaje, o decirle algún cumplido porque se pone tan roja como un tierno tomate.

Así es Xolly, y en este preciso momento me está apurando, tenemos que estar en clases a las 6:03 como máximo. Siempre le gustaba llegar temprano. Aún si yo fuera todo lo contrario.

Gracias al pequeño objeto teletransportador que nos dan para trasladarnos a la escuela llegamos allá. Ojalá Xolly hubiera dejado que me terminara de comer mi desayuno...

Siento como el estomago se me revuelve mientras corremos a clases.

Ya son las 5:58, ya casi a punto de odiar a Xolly por estar a nada de querer vomitar. Correr después de medio desayunar no ha sido bueno para mí núnca.

—¡Vamos, un poco más y llegamos, mi dulce vampirita!

La emoción de Xolly se podría ver a kilómetros. El hecho de regresar a clases era lo que tanto le alegraba.

A mi no me gustaba para nada regresar a clases, pero si podía ver así de feliz a Xolly, nada más importaba. Su sonrisa y el brillo en sus ojos eran como mágia pura. Y Zack concordaba conmigo a la perfección.

Llegamos al salón y solo habían un par de chicos en sus pupitres. Las conversaciones apagadas eran demasiadas. Hasta que llegó Zack. El alma de la fiesta.

Siempre era un payaso, y un travieso. Lo único que me ponía triste es que no se diera cuenta de lo mucho que sufría Xolly por su culpa...

Continuará...

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2017 ⏰

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