Dark Eyes «Jeff The Killer Vs Jane The Killer»

III

—Victoria, necesitamos hablar contigo.—dijo mi padre

—¿Qué pasa?–Salí frotando mis, acababa de levantarme.

—Nos tenemos que ir de viaje, nos iremos a Londres, surgió un caso...-—no le dejé terminar

—¿Jeff?–Bostecé, dándole mínima importancia.

—No. Se le llama "The Black Bluter", no sabemos nada de él, así que iremos a investigar.

—No te quedarás sola –dijo mi madre

—¿Desde cuándo se preocupan si me quedo sola o no?–Recibí lo que siempre hacen, silencio.

Tocan el timbre, la mucama  atiende. Viene acompañada de una mujer muy hermosa vestida de negro.

—Ella es Mery, te hará compañía mientras no estamos, es de la familia Phantomhive.

—Un gusto, señorita –se inclinó, solamente la miré sin expresion alguna. Mi madre me dió un golpecito, tenía que devolverle el saludo.

—Annie, tenemos que irnos– dijo mi padre.

—Vale, Mery, la dejo bajo tu cuidado– se acercó a mí, me beso la frente y me abrazó. No le correspondi el abrazo, solo seguí sin expresar nada.

Después de que mi madre le leyera la biblia explicándole lo que tenía que hacer, se fué.

—Victoria, ¿quieres jugar?– me sonrió.

—No me trates como una niña.– subí las escaleras para ir a mi habitación, miré por la ventana, el jardinero regaba las flores que apenas se podían ver a causa de la escasa luz, ya era noche.

Me recosté en mi cama sin intención de dormir, ya que, desde esa noche no he dormido sin antes ser apuñalada en el estómago. Cerré mis ojos, al volverlos a abrir me encontré con Jeff mirándome.

—Shhh...–me tapó la boca, su mano estaba fría—Go to sleep...– me acarició el estomago con su cuchillo— ¿Sabes? Me encanta cuanto puedes aguantar cuando hago esto...–me enterró el cuchillo, ya me estaba cansando de esto, solo pude mirar como Jane le atacaba.

—¡Victoria!–oí gritar a Jane—¡Te dije que no durmieras!–Cerré los ojos.

No, hoy no moriría, no hoy.

Después de un gran rato, abrí con trabajo los ojos, miré que había sangre en mis manos, mi estomago estaba envuelto en vendas, de nuevo.

—Jane...–Apareció de bajo de mi cama.

—Don't go to sleep, Victoria.

-T... Tú...–Intenté moverme, pero la estupida apuñalada me punzó, sólo hice un gesto de dolor–¿Por qué... Me proteges?– ella solo sonrió.

—Jeff tiene que ser asesinado... Tiene que desaparecer de éste mundo. Protegeré a quien haga falta, ese puto asesino morirá, no dejaré que acabe con vidas inocentes... Pero la tuya, es diferente.—desapareció.

La tuya es diferente...

¿Acaso esta mujer nunca será más explicativa? ¿Tengo miedo cada vez que Jeff me apuñala y mira con esos ojos sin parpado? No. De algún modo no tengo miedo, el miedo lo perdi ese día.

Por alguna razon, siento que no encajo en el apellido Ackerman. Ellos se preocupan de mi, cuando recuerdan que tienen una hija, pero nunca he escuchado decir a mi madre el día en que nací, ¿seré adoptada? No tengo ningun parecido a mis padres, cada día que me sacan de ese lugar llamado casa, sólo es para llevarme a una de sus reuniones con compañeros de trabajo, siempre dicen lo mismo:
¿Esa niña es tú hija? ¡No tienen un pelo de parecido!
Estaba cansada de eso.

Me pregunto como habrá sido Jeff antes de volverse un psicopata.

Pronto regresaré a clases. Mis notas son del todo perfectas, pfff. Como si le importaran a mis padres... No podré ir todas las mañanas con una venda en mi estomago.

—Dark eyes...

¿eh?

—my little Dark eyes...

¿Dark... Eyes?

Ese nombre... ¿dónde lo he escuchado? ¿Dónde?