하나

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[Estoy contando los días que me quedan para marcharme, esto no es vivir.]


Jungkook sentía como poco a poco la vida se le escapaba de las manos. Su cuerpo se encontraba tan débil que le dolía el simple hecho de respirar.
Sabia que no saldría de ese hospital con vida, que estaba en su conteo final, sus últimos días. Había perdido hace mucho tiempo la esperanza, pero por alguna razón sus amigos seguían diciéndole que se mejoraría, al inicio no le daban mas que falsas esperanzas, pero con el tiempo solo los escuchaba, ya sabia que estaba jodido.

Se sentía pésimo y no solo por la quimio, se sentía terrible al ver a su madre llorar, aun que ella intentara verse fuerte frente a el, Jungkook sabia lo mal que la estaba pasando cuando veía sus ojos hinchados y rojos de tanto llorar. Mas de una ocasión, mientras todos pensaban que estaba dormido, escucho a sus padres llorar por el dinero que les hacia falta para intentar salvar a su hijo.

Su esperanza de vida era de un mes si es que tenia suerte, su doctor se lo había informado esa misma mañana, antes de su quimio matutina. No se sorprendió, no sintió nada, el ya se sentía como un muerto en vida.
Después de que fue sometido a la quimio su doctor le informo que había donadores de órganos dispuestos a ayudarle, pero que era una operación riesgosa y ademas costosa, dandole un 50% de vivir o morir en cirugía.
Le dieron una semana para hacer su elección.

—Joven Jungkook,— una de las enfermeras entro a la habitación del nombrado, interrumpiendo sus pensamientos. Este le miro cansado, esperando a que prosiguiera.—la hora de visitas a comenzado y sus amigos están afuera, ¿se siente lo suficientemente bien para dejarlos pasar?— La idea de hacer esfuerzos para hablar y moverse un poco no le parecía, pero debía aprovechar sus últimos días junto a las personas que quería, así que lentamente asintió, intentado dar su mejor sonrisa.

La enfermera salió y le dio el paso a los 6 jóvenes que esperaban ansiosos poder ver a su amigo. Una vez todos adentro de la fría habitación del hospital vieron a su amigo que se encontraba recostado sobre su camilla, se veía mucho mas débil pero aun así sonreía.

—Hola pelón— El primero en hablar fue Taehyung, su mejor amigo desde que tenia memoria, se acerco a Jungkook con una gran sonrisa y tomo asiento en la pequeña silla que estaba a un lado de la camilla.

—Hola chicos.— Les sonrió Jungkook, escaneando de uno a uno a sus amigos.

Primero estaba Taehyung, su mejor amigo de cabello rubio.
Seguido estaba Hoseok, el chico de cabello naranja y novio de su mejor amigo.
Después se encontraba Yoongi, el chico de cabello negro quien secretamente era su hyung favorito.
A su lado estaban Namjoon y Seokjin, ambos chicos castaños que tenían en sus manos bolsas con comida adentro.
Y por ultimo estaba Jimin, el chico del que estaba secretamente enamorado desde que lo conoció, su cabello era color plata, diferente a la ultima vez que lo vio, antes tenia cabello negro.

—Jimin hyung se a pintado el cabello— El nombrado asintió rápidamente y sonrío haciendo que sus ojos se perdieran entre sus mejillas.—Se le ve muy bien— Jungkook le dio una sonrisa y podia jurar que vio a Jimin sonrojarse, pero pudo haberse equivocado.

—¿Como estas Jungkook?— el mas grande de sus hyungs, Seokjin, hablo, mientras le daba una sonrisa.

—De puta madre— Contesto de manera sarcástica, ganándose un pequeño golpe en la cabeza por parte de Yoongi.

—Mocoso irrespetuoso— susurro el peli-negro después de darle aquel golpesillo.

—Lo siento hyung— Jungkook soltó una pequeña risilla y miro a Seokjin quien seguía esperando a que respondiera su pregunta. —Pues no estoy tan bien, ya sabe, no me queda mucho— se encogió de hombros.
El ambiente se torno pesado.

Cancer || KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora