Capitulo 7 : Un pequeñisimo error.

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21 de enero de 2016.

Era un mañana muy calida para un jueves, me desperté muy felizmente de saber que era mi cumpleaños ¿Por qué no lo estaría? Es un día muy emocionante para todos. Me desperté al ritmo de mi chirriante alarma, un sonido que no era molesto pero era un poco irritante después de un rato. No puedo negar que estaba feliz pero a esa hora no se podía notar mi felicidad, mis ojeras caían de mis parpados a mis cachetes y mi pelo estaba esponjado y a la vez muy lacio. Parecía un girasol. Tenía mis manos recargadas sobre mi estomago y seguía acostado, mirando al techo y escuchando al sonido de la alarma, veía ese blanco techo que, si no fuese por lo que parecían ser gotas de pintura petrificadas, era muy plano. Finalmente me harte de la repetitiva melodía que se repetía cada 40 segundos, una y otra vez, la canción era el coro de Arabella del grupo Arctic Monkeys – Una de mis bandas favoritas desde hace años.– Mi alarma sonaba a un cuarto para las 6 de la mañana, y así podía tener suficiente tiempo para bañarme, hacer mis necesidades, lavarme los dientes, desayunar y, si hacia falta, terminar alguna tarea que no haya terminado. Quince minutos eran mas que suficientes para poder meterme a bañar y tener un baño muy cómodo, osease, un baño sin presión de no tener tiempo o de no poder bañarte bien. Me acomode con piernas y brazos sobre el lado derecho de la cama, de una manera en la que estaba sentado con mis piernas colgando de la cama, tenía la espalda encurvada y mi cabeza casi colgando de mi cuello. Era algo obvio que todavía tenia sueño. Levanto la mirada y ahí estaba mi closet, una puerta marron con franjas blancas de la madera, unas manillas de acero y un gran espacio entre cada puerta, al solo verlo se me quito todo el sueño decidí impulsarme con mis manos y alcanzar el closet para abrirlo. Levantado, decido asomarme adentro del closet ysacar mis prendas que usare debajo del uniforme, una playera blanca y unos calzones, ya estaba decidido, me bañaria y muy bien para no llegar apestando a la escuela en mi cumpleaños. Camine por el estrecho pasillo que tenia que caminar todas las mañanas para poder llegar al baño, un pasillo con las paredes blancas y con el piso de un color crema ligeramente amarillo. La puerta del baño era del mismo color del closet solo que con una perilla ligeramente de un color mas claro. Adentro del baño, a la izquierda estaba el espejo y justo debajo de este se encontraba el lavamanos de un color blanco, a lado de ambos estaba el retrete de un color mas claro que el lavamanos y a la derecha del retrete, casi pegados, se encontraba la ducha con una cortina de un color gris metálico. La ducha no era tan grande, unos 2 metros de ancho y 3 metros de largo.

Me encontraba en el baño, enfrente del espejo viendome a mi mismo y haciendo diferentes caras frente a este, me empece a quitar las ropas y empezaba a mirar mi desnudo cuerpo, cada parte de este. Mis pectorales, mi estomago, mis axilas, mis brazos, cada rincón de mi cuerpo que estuviese cubierto con piel lo veía con delicadeza y empezaba a ver que me tenia que aceptar como era. Alguien no flaco ni gordo, un punto medio de estos. Me miraba con intriga hasta que llegue a mi parte inferior y miraba mi entrepierna. Instintivamente se me ocurrio algo. ¡Helicoptero! Espera, ¿Qué tal si...? Y solo empece a verme en el espejo, perdiendo tiempo como un imbecil. Despues de quinientas horas viendome en el espejo decidi tomar mi ducha. Abrí la llave derecha, en la que se encontraba el agua caliente, y solo espere dos minutos para que se calentase, veía el vapor subiendo al techo y solo me quedaba recargado en la pared viendo como empezaba a empañar la ventana de la regadera.

Sabía que este día sería muy fácil, así que decidí solo tomar todo a la ligera. Me metí a la regadera y el agua estaba hirviendo, perfecto. Empece a empapar mi cuerpo con el agua caliente que salia a chorros. Empece mojando totalmente mi pelo para poder lavarlo bien... Un baño típico o eso creía yo.

–¿Federico? – Pregunto mi madre tocando la puerta del baño –¿Ya acabaste? –Lo pregunto con un tono de intriga y de enojo.

–Ya casi– Resople yo con desesperacion entre los dientes – ¿Por qué? ¿Qué paso?

V de Valeria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora