Capítulo V

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Los cuatro salimos de la habitación dejando para después el misterio de la entrada oculta detrás de la pared del gavetero y nos fuimos a desayunar con los otros, yo aún mantenía oculto el relicario en el bolsillo de la chaqueta no me había dado tiempo de ocultarlo en otro lugar ya que habían llegado los chicos pero no importo sería un recuerdo lindo de aquel lugar misterioso, nos fuimos a la cocina a preparar el desayuno y teníamos una charla amena mientras desayunábamos en la que los ponemos al tanto sobre los exploradores que estarían por esa zona desde la tarde nos fuimos luego a recoger las cosas que pudiésemos necesitar y empacar bien nuestro equipaje para  tener todo listo en lo que empezaramos con la expedición de la casa y para adentrarnos en la entrada secreta de la habitación, ya todos reunidos en la habitación con el equipaje y las provisiones no dispusimos a observar con una linterna de qué se trataba aquello, encontramos que las paredes eran de rocas grandes y oscuras y había una escalera que descendía igualmente de rocas y había antorchas pegadas en la pared, luego de un momento nos adentramos en el pasaje, Franco de primero seguido por José, Nicolás y Leo, luego de ellos continuamos nosotras Andrea y yo juntas seguidas por Claudia y Clara, estábamos descendiendo alumbrando todo a nuestro alrededor, cuando llegamos abajo encontramos espadas tiradas a los costados, calaveras apiladas en los rincones entre otras cosas, telarañas y muchos insectos, los odiabamos pero en fin éramos chicas, seguimos caminando alumbrandonos con las linternas, estaba muy oscuro y no se veía que llegara luz de ningún lugar por aquella zona, incluso más que cuando llegamos a la mansión y no sabíamos si aún estábamos dentro de ella ya que habíamos descendido mucho, Claudia que se había adelantado nos llamó, parece que había encontrado algo.

               -·-   ¡Chicos! Vengan, -gritó la chica sin dejar de alumbrar a lo que había encontrado- miren lo que encontré.

               -·-   ¿Qué encontraste? -pregunte yendo a donde se encontraba-

               -·-   ¿Y quién es él? -agregar Andrea apenas llegó- Sí que es lindo.

               -·-   No sé, -Clara dejando de lado la linterna y llamando a los demás para que ayudaran al chico que encontró- ¿Pero que hacia un chico alli? ¿Como había llegado? eso era muy extraño- pero hay que ayudarlo, leo, Nico, vengan.

               -·-   Ya voy, -bufo Leo yendo hacia donde estaba Clara- Nico pásame el agua.

               -·-   ¿Qué le vas hacer? -preguntó Nico que no se fiaba de Leo cuando ponía la cara de tener malas pulgas cada vez que veía a Andrea hacerle ojitos a alguien que no fuera el-

               -·-   Le voy a echar un poco en la cara, -dijo sonriendo de lado maquiavélicamente- a ver si se despierta.

               -·-   ¿Estás seguro de que funcionara? -jose escéptico a que su plan funcionara tuvo que preguntar y pensar en otro plan- tal vez deberíamos intentar algo más.

               -·-   Si vale, mi mama en las mañanas cuando no me quiero levantar, lo hace y yo salto de la cama como un rayo. -dijo destapando el frasco para darle una gran rociada al inconsciente chico-

               -·-   Cuando no, -José riendo sabía que Leo le costaba mucho levantarse temprano por experiencia de cuando se quedaba en su casa y a esto Nico lo seguía- si eres flojo pana.

               -·-   Que puedo decir, como siempre leo, nunca cambia.

               -·-   Bueno, - se defendió el aludido- ya dejen el chalequeo, cortenla ya.

Alis & Franco -Malas Decisiones IWhere stories live. Discover now