San valentín.

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Des Cerro el café, subió a su casa, entró en su habitación y se quedó admirando el ramo de rosas, los chocolates y aquel adornado regalo sobre su cama. Se sorprendió, leo debió subir mientras él trabajaba a dejar aquello, había una nota encima del regalo, Des se acercó y se ruborizo al leerla.

FELIZ 14 DE FEBRERO!

Antes que nada quiero que sepas cuanto te amo, este año contigo ha sido el mejor de toda mi vida y te agradezco el haberme escogido como tu pareja.

Espero estar siempre a tu lado.

Lamento haber tenido que trabajar hoy, sabes que lo detesto pero es el mejor día para el turismo.

Llegaré a las 8:00 pm y estaré contigo hasta el amanecer.

Este regalo es para los dos, necesito que te lo pongas y me esperes en la recamara, por favor solo hazlo.

Te amo

-Leo

Des tomo intrigado la caja y al abrirla enrojeció tanto que la cara le ardía.

Dentro estaba un largo suéter color gris con cuello de tortuga, sin mangas, sin embargo al darle la vuelta quedo sumamente sorprendido, Un enorme escote en la espalda que no dejaba mucho a la imaginación.

¿Como pretendía leo que usara eso? ¡Ni siquiera sabía si le quedaba! Comenzó a sentir un cosquilleo por todo el cuerpo, aquella chispa que antecede a la acción.

Miro al reloj de la habitación, marcaba 7:30, con un suspiro de rendición comenzó a desvestirse, se quito la bufanda dejándola sobre el respaldo de una silla en la habitación; Se quito el chaleco y lentamente fue desabotonando su camisa, dejando ver su pálida y tersa piel, dejo resbalar la camisa por sus brazos, desabrocho su pantalón deslizándolo suavemente por sus largas piernas; Quedando en ropa interior, decidió probarse aquella pieza.

Le llegaba a medio muslo, el escote mostraba toda su espalda, adornando sólo con un sutil moño cuyas largas tiras tocaban sus escapulas, aquel pronunciado escote dejaba observar parte de sus bien formados glúteos, agradecía tener aun sus bóxers, era demasiado, no se los quitaría, se admiro al espejo un momento acomodando su cabello, se observó de manera coqueta, realmente no le quedaba mal ¿En qué rayos estaba pensando Leo?

Se puso una bata de dormir y la amarró a su cintura; No andaría desplazándose sólo con ese suéter por todo el departamento, decidió colocar el ramo de rosas en un florero; Estaba agotado el día había sido largo, tenía un poco de hambre y no sabría qué haría Leo cuando llegará, sus ojos se posaron en la caja de chocolates, la cual abrió al instante; Sin mirar de que eran, metió uno tras otro a su boca, los saboreo lentamente, eran deliciosos, aquellos dejaban un gusto conocido en su lengua; Sin darle mucha importancia continuo saboreándolos... Pronto comenzaría a sentirse mareado, todo le daba vueltas, se sentó en el borde de la cama, sólo para dejarse caer en la cama de espalda, sus ojos fueron cediendo, de repente sentía mucho sueño y sin quererlo, quedó profundamente dormido, la caja cayó al suelo, dejando ver una inscripción en letras pequeñas, "chocolates envinados".

Leo llego un poco después de las 8 pm, entró a casa de Des con una copia que le había dado el más alto, subió por las escaleras y se dirigió a la habitación de él.

—¿Des?—pregunto preocupado de ver que nadie lo recibía.

Entró a la recamara para encontrarlo profundamente dormido, sonrió recargándose en la puerta un momento, el se veía tan lindo, tan vulnerable...Leo se percató de aquella bata color azul oscuro que contrastaba con su blanca piel, pero la tela gris que cubría su cuello le dio a saber que bajo está se encontraba su regalo; Miro aquella caja en el suelo, solo unos cuantos chocolates estaban en el piso; Sonrió, pensando en si aquello era suficiente para emborracharlo, sería cuestión de comprobarlo...

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2017 ⏰

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