*Ofensas o.....¿celos?*
Habían pasado dos semanas desde el momento en que bese a dos hombres y me sentía la persona más sucia del mundo. Lidia pasaba diciéndome todo el tiempo que besar estaba bien y que no importaba si había sido con dos, yo no tenía compromiso. Pero yo no pensaba así.
Para mi era diferente. Besar significaba estar enamorado o gustarse, en ambos casos eran totalmente la situación; Belamy lo hizo por compacion y dimitri por deseo.
Alfonso de todo resultaba de igual forma todo. Yo decaida y el mundo siguiendo su curso.
El comandante literalmente pasaba de mi aunque en un principio yo fui la que le ordene que se alejara ahora me arrepentía.
No tenía que ser tan literal ¿Cierto?
Belamy en cambio había sido un buen amigo y compañero de trabajo, entreteniendo me con comentarios graciosos que me hacían reir y dejar por unas horas la tristeza. Mi padre seguía sin dar señal de vida y cada vez la preocupación me invadía más, necesitaba obtener esa llamada.
Entonces para la hora de la cena ya bañada me encaminé hacia la oficina de Dimitri. El estaba sentado mirando algo sobre su escritorio pero alzó la vista al oírme, pareció sorpendido de verme pero se encargó de borrarlo rápidamente.
– Necesito hablar con mi padre.
Lance al aire mi deseo como si de una estrella fugaz se tratará. Y con el era así, no sabía cuando se enojaria o cuándo se pondría bromista.
– Ten educación, 24.– Contesto serio.
Parpadeo confundida.
–¿Ahora soy un número, comandante?– Preguntó molesta.
– Es eso o llamarte por tu apellido y ese ya lo usa mucho alguien más.
– Nose que te sucede pero me das dolor de cabeza.– Murmuró frotando mis cienen– Necesito hablar con mi padre.
Repito más exigente. El comandante junta sus manos entrada solas enfrente de el mirándome con el ceño fruncido.
– Y dime ¿Por que yo te daría el celular para que llames?– Pregunta confundido.
Bufo.
– Para dejar de ser un cabrón.
– Cuida tus palabras, 24. No querrás que envíe un castigo más a tu brazalete.– Dice advirtiendo.
– Bienvenido sea.– Comienzó a verdaderamente molestarme, el comandante alza una ceja mirándome curioso.
– ¿Eso quieres?– Pregunta, aunque esa simple pregunta remueve en mi muchas cosas me mantengo firme.
– Si vas a amenazarme prefiero que lo cumplas.– Respondo sería.
Este se queja recargando todo si peso en el respaldo de la silla, pasa una palma de su mano sobre su cara luciendo cansado y suelta;
– No tengo tiempo para berrinches de una niña, regresa al comedor.
–¿Berrinches? – Preguntó sonriendo sin gracia– No tienes tiempo para escuchar una petición pero ¿si para ponerme contra el escritorio?
Todo lo que creo que haría resultó siendo lo contrario, se rio. En mi cara.
¿Y saben que hizo eso? Terminar de desilusionarme.
– No pusiste mucha resistencia que digamos, Kiara.– Responde burlón.
– Hijo de puta.– Digo entre dientes, no estoy dispuesta a seguir aquí mirando como se burla de mi estúpido facinacion.

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Dark Days.
خيال علميPor que el humano es cambiante, evoluciona a cada instante. Un segundo puede estar en el suelo derrotado y llorando. Y al siguiente de pie luchado por vencer.