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Sus cejas estaban levemente fruncidas, con ambos ojos cerrados lamía sus belfos con serenidad y se balanceaba de un lado hacia otro a medida que iba obteniendo una melodía fina en el violín; su brazos se movía con suavidad y delicadamente, como si estuviese tocando una flor. El relajante sonido, y el delicado actuar del chico, ocasionaba en Jungkook una sensación serena y tranquila. Se notaba que el hombre ponía empeño y pasión en lo que hacía, para así hacer que la gente se interesara y quede anonadada por el talento y las emociones que transmitía en su instrumento.

Las personas depositaban algunos won's en el estuche del mismo instrumento, pero otras no lo hacían y simplemente se marchaban.

Si no fuera por sus ropas desgarradas, y su rostro con ligeras manchas de suciedad, simplemente sería un hermoso modelo de la marca más codiciada. Jungkook admitía que el chico era muy guapo como para estar en esas condiciones; delgado en demasía, sucio y con ropa vieja.

Retiró el arco de violín, señalando que su acto ya había terminado. Una ola de aplausos recibió por parte de las personas y algunas se acercaron y dejaron mas dinero dentro del estuche, a lo que Taehyung recibía con un sonrisa y una reverencia.

Jungkook buscó entre sus bolsillos algunos won's y cuando dio con ellos los tomó entre su puño y caminó hacia la dirección del chico. Los colocó dentro y el joven nuevamente sonrió sin saber con exactitud el rostro de la persona, ya que gran variedad de ellas se cruzaban por ahí. Jungkook correspondió y le sonrió con dulzura.

El teléfono dentro de su bolsillo vibró, por lo que corrió de ahí para poder escuchar con mejor claridad la voz de quien se trataba.

"¿Sigues en la plaza, dónde estás? Te estoy buscando por todos lados y no te encuentro" tras la línea de llamada era su padre. "Sí, sigo estando en la plaza" Jungkook miró su alrededor y notó que el chico del violín ya no estaba. Sus ojos se dirigieron a un gran árbol con una banca abajo y acordó con su padre encontrarse nuevamente ahí.

Colgó y guardó su celular en su bolsillo. Puso ambas manos en los bolsillos mismos, caminó con tranquilidad hacia el lugar y se sentó en la banca.

La silueta de un hombre se dirigía hacia él, segundos después cayó en cuenta que era su padre.

Se saludaron con las manos y se sentaron nuevamente. Un suspiro salió de los labios del mas mayor, acomodó sus anteojos y colocó los brazos sobre el barandal.

—¿Para qué me llamaste?

El hombre se tomó unos minutos de silencio y miró fijamente a Jungkook. —¿Cómo va todo con Lalisa?

—Muy bien, ¿por qué la pregunta? —soltó una risa sorda. Puso sus codos sobre sus rodillas y observó al mayor.

—Jungkook, —optó la misma posición que el antes mencionado y soltó otro suspiro. —quiero que te cases con ella.

Al menor le cayó aquello por sorpresa. Quería mucho a Lalisa, y no le desagradaba la idea, pero tenía diecinueve años, una edad un tanto temprana para tener responsabilidades de esa magnitud. Además, seguía estudiando y deseaba seguir asiéndolo. En un futuro, quizás cuatro años más, retomaría la propuesta.

—Aún soy joven, y ella también. ¿No debería esperarme unos años para proponerle matrimonio?

—Jungkook, el amor verdadero nunca espera. ¿Acaso no te gusta de verdad?

—No es eso, solo que seguimos estudiando, además, lo mas seguro es que sus padres no se lo permitan.

—Ya hablé con sus padres. —sacó una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo y a continuación sacó un encendedor. Colocó un cigarro entre sus labios y encendió el final de este. El aire se llevaba el humo y lo esparcía hasta desaparecer por completo.

—¿Uh? ¿Por qué el apuro y la necesidad de casarme con ella ahora? —las sospechas de Jungkook aumentaban, los murmuros escuchados esa misma mañana vinieron a su mente.

—Yo me casé con tu madre a los diecisiete, y ella tenía quince. Míranos ahora, —por fin apagó el cigarrillo que ahoga silenciosamente al pelinegro y puso sus brazos nuevamente en el respaldo de la banca. —tenemos dinero. No nos afectó en nada haber madurado a temprana edad, al contrario, quizás por eso somos lo que vivimos ahora.

Jungkook analizó las palabras de su padre por unos minutos. Pensó en las consecuencias y cambios tan drásticos que daría su vida al estar comprometido a los diecinueve años. Su juventud se centraría por completo en Lalisa, y ya no habría vuelta atrás; quedaría mal si por algún acontecimiento la boda quedara nula y todo fuese cancelado, mal tanto como en él y como en la carrera de sus padres.

—Lo haré, le propondré matrimonio. —las palabras salieron de su boca inconscientemente, porque no fue obligado a decirlas. Ya no podía negarse.

—Te felicito por tan buena decisión. No quería que te sintieras presionado. —el hombre puso todo el peso sobre sus piernas y se puso de pie. —Si es posible, tu madre te acompañará mañana para comprar el anillo. —Jungkook asintió y su padre se retiró, antes propinándole unas palmaditas en su hombro.

Los ojos de Jungkook se dirigieron al lugar en el que el hombre del violín había tocado anteriormente. Tenía una vaga idea en la cabeza para proponerle si se lo volvía a encontrar.

















Sus ojos y cabeza no daban para más; no podía responder los problemas de álgebra. Eran las tres de la mañana, con tazas de café regadas por el escritorio, llevaba desde que regresó de la plaza a su casa sin comer por intentar responder los problemas de tal materia. Estaba muy estresado y frustrado, su cabeza dolía extremadamente fuerte y sus nervios estaban alterados.

No era una de las mejores semanas de Jungkook; se estresaba con facilidad, se mareaba de un segundo para otro y sus sentidos se perdían, aveces con un silbido horroroso en su oído que aumentaba en peor cada malestar.

Se dio por vencido y aventó el lápiz hacia algún lado de la habitación. Se sentó en la orilla de cama, quedando frente a su ventana, y miró con nostalgia las luces de la ciudad que alumbraban esa noche.

El chico del violín regresó a su mente con la loca idea de invitarlo a que toque en su boda, pagándole, obviamente. Cual sea el motivo por el cual viste así y toca en la plaza con la esperanza de poder conseguir monedas tenía a Jungkook con la curiosidad, aunque es una simple persona con algún talento especial que vio por ahí, llamó su atención.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2018 ⏰

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