Capitulo 33: Una solución

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Adoraba a la enfermera que me toco en estos días, ella era tan comprensiva y gracias a su ayuda volví a caminar como si nada hubiera en cuestión de unos cuantos días.

El día que por fin me logre soltar sin ningún sostén casi salía corriendo por los pasillos de la sala de terapias pero me detuvieron pensando que aun estaba lista para correr.

Esa sensación era de un poco mas de libertad, el ya no estar más acostada o ser cargada, caminar por uno mismo y después de lo que sucedió es una de las mayores dichas que he recibido.

-Muy bien Lissa- me dijo la enfermera- Ahora de regresó a tu habitación, vamos ven tu sola.

Eso hice, me dirigí por mi cuenta a mi habitación de hospital, aunque la verdad quisiera escaparme e irme de una buena vez a mi casa. Además que me sentía como toda una niña menor por cómo se dirigían hacia mí.

Los Xalips no me habían dejado de tratar como antes. Para todos seguía siendo la misma Lissa y he recibido aun la misma atención que otros.

Bueno, no exactamente igual, al principio ponía a todos de nuevo pues no tengo un patrón exacto para mi medicamento y caía débil y cansada en cuestión de segundos.

Mis amigos jamás dejaron de venir, Sarah ya había informado a mis demás compañeros que había aparecido pero que estaba en recuperación. Según ella Tyler estaba desesperado por verme pero no podía dar el nombre del hospital, evidentemente.

Kurt había sido todo un misterio para mí los últimos días, es decir, un día salió de la casa de Bruno y nunca volvió. Sarah dice que Tyler anda muy bien con él. Me pregunto si Tyler sabe que Kurt estuvo involucrado en el secuestro. Puede que sí, pero nadie lo podía asegurar.

Pero lo más hermoso de todo esto fue que este mismo día saldré de aquí. ¡Si, hoy mismo! Pase días en casa de Bruno y otros cuantos internada en el hospital, ahorita quería alejarme de todo esto y volver a mi vida humana.

Con mis poderes tan bajos obviamente ya no necesitaban mi ayuda para detener a Gronums, las abejas o aquellas plantas. La buena noticia es que Ethan y yo encontramos la solución a esto, la cosa es que el tiene el libro. Ni siquiera yo he dado pistas de que esa información tan valiosa fuera encontrada.

-Buenas tardes Lissa- me dijo el curador- Hoy ya podrás irte a casa. Solo hace falta que comas una última comida aquí y que tus padres reciban un buen suministro del antídoto o medicamento, como lo quieras llamar.

-¿Tengo que comer aquí necesariamente?

-Solo para estar completamente seguros- me contesto.

-De acuerdo-dije- Pero que sea pronto.

Mi enfermera volvió con mi plato de comida, era sopa y venía con un tazón de pera y una pequeña porción de gelatina de fresa.

Me comí absolutamente todo. Aunque no quería admitirlo, ya me había empezado a dar hambre desde hace rato.

-Wow- dijo la enfermera- Justo en tu último día es cuando comes mas.

Yo solo me reí ante eso.

-Iré avisando que me presten una silla de ruedas para tu salida.

-¿Silla de ruedas? -pregunte.

-Reglamentos de cualquier hospital- dijo- Pero saliendo de aquí podrás irte por tu cuenta a donde desees.

-Ya quiero eso- afirme- ¿No pueden hacer esto más rápido?

-Todo a su tiempo querida.

Solté un "Ashh" justo cuando salió de la habitación. A los minutos la puerta se volvió a abrir, era Brian.

Últimas Esperanzas (MUO #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora