Capítulo 3

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Esto es grandioso es inmensa por dentro y por fuera es increíble estar aquí en unas de las empresas más importante de los Ángeles debo admitir que me siento feliz es la primera vez que veo que mi vida cambia para bien.

Hay bastantes personas en medio todos parecen estar nerviosos será por tanto trabajo yodos corren de lado a lado desesperados con papeles en mano.

Voy directo al ascensor para dirigirme al edificio número tres como me indicaron en el E-mail por todo el caminó me estoy asegurando de que mi vestuario este correcto estoy demasiado nerviosa.

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Todas estás chicas muestran más piel que Madonna en un concierto en Nueva York piernas largas, tacones, mini faldas al parecer vienen a tener sexo con el Jefe la fila están larga que casi llega a la puerta del ascensor creó que la fila para pagar en el supermercado es más corta que está al ponerme en la fila una mujer bastante sexy y con pechos enormes se acerca hacía mi para entregarme un ticket.

Espere su turno.

Me dice y se retira.

Observo y ¡Maldición! 136 soy el número 136 que diablos nunca saldré de aquí.

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Llevó tres horas aquí parada he estado aquí desde las nueve de la mañana son las doce del medio día gracias a Dios que he comido algo o sino ahora mismo estaría muerta y sin empleo, solo se encuentran cinco chicas delante de mí eso es bueno es la señal de que se acerca mi turno y de que mis nervios se aceleran.

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- Señorita pase adelante por favor.

Me dice una mujer de algunos veinti seis años rubia y con mi mini falda.

- Señorita Wills... Tome aciento por favor.

Escucho una voz ronca de hombre señalando la silla en donde debo sentarme.

- ¿Según usted porque merece el trabajo y cual es su capacidad?

- Perdone mi atrevimiento pero, no responderé lo mismo que las demás chicas responderé sinceramente lo que pienso merezco el trabajo porque todo lo que hice no ha sido una pérdida de tiempo vengo desde Canadá tengo tres años en los Ángeles.

- Llegué aquí en busca de un buen trabajó para poder mantenerme ya que no cuento con mi familia terminé la universidad estudié administración y soy chef profesional.

- Mi capacidad en el trabajo pues ya se lo dije Señor estudié administración otra cosa muy importante no estoy mostrando toda mi piel como las demas chicas ¡GRACIAS!

Debo admitir que no, siento nada de miedo al expresarme de está manera se supone que quiero el trabajó debo de ser sincera a la hora de responder.

- Debo admitir que esa si es una respuesta sincera Señorita Wills mucho gusto soy Michael la mano derecha de el Señor Connor debo admitir que su respuesta ha sido la mejor de todas está contratada aquí en esta carpeta están todas las normas de la empresa y la libreta donde escribirá lo que el Señor Connor le ordene BIENVENIDA.

- ¡Enserio muchas gracias!

Le ofrezco un abrazo pero, al darme cuenta que arrugo su traje retrocedo seguramente este hombre no habría querido que lo tocará pero, estaba muy feliz.

No, se porque diablos lo abracé es que estoy feliz al fin podré hacer algo por mi misma.

- El Señor Connor no está en el país pero, puedo enseñarle la empresa acompañame por favor señalando la puerta y obedezco.

Todos corren de un lado a otro es como si se aproximara un huracán o una tormenta nunca he ido a un maratón y estar aquí es como si estuviera en uno y es entonces donde escuchó el timbre del ascensor.

Ahí estaba él saliendo del ascensor con mal humor como si hubiera sido atropellado por un camión de basura estaba aburrido como si odiara al mundo pero, estaba horriblemente guapo su cabello despeinado dejaba una sensación totalmente diferente debo admitir que este hombre es realmente guapo ya se porque las demás chicas estaban casi desnudas es fantástico.

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Nunca pensé que mi historia sería vista me alegra tanto que le gustará al igual que a mi.

¡Gracias!

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Este capítulo aún sigue siendo editado.

Mi Jefe Ryder O' Connor©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora